Posible patrón emerge mientras la Universidad de Michigan atiende a pacientes gravemente enfermos con la gripe H1N1, e indica un nuevo enfoque para los equipos de atención de salud en hospitales comunitarios
ANN ARBOR, Michigan.— Un nuevo informe encabezado por médicos del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan documenta graves problemas pulmonares entre los pacientes infectados con el virus de la gripe A H1N1, e indica que la obesidad podría ser un nuevo factor de riesgo en la pandemia.
Una alta proporción de los pacientes con la gripe H1N1 y neumonía, o una grave condición pulmonar llamada síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA) atendidos en la Unidad de Cuidado Quirúrgico Intensivo de la UM, la componen pacientes obesos o extremadamente obesos, de acuerdo con el informe de la UM. El estudio aparece en un despacho especial en la publicación Morbidity and Mortality Weekly Report de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
En una serie de 10 pacientes, nueve de ellos eran obesos con un índice de masa corporal de más de 30. Siete de ellos eran extremadamente obesos, con un IMC de más de 40.
La obesidad en sí misma no se considera un factor de riesgo para la gripe regular de temporada. La alta prevalencia de obesidad entre los pacientes con H1N1 es sorprendente, según el informe.
“En su mayoría los pacientes no tenían otras enfermedades que los hubiese hecho propensos a la infección viral avanzada y el SDRA”, dijo la autora principal del estudio Lena Napolitano, jefa de la División de Cuidado Crítico de Cirugía de la UM.
Tres de los pacientes murieron. Dos de los tres pacientes que murieron no tenían otros problemas de salud.
La edad media de los pacientes incluidos en el informe era de 46 años; el más joven tenía 21 años de edad. Sólo tres de los 10 pacientes tenían factores de riesgo conocidos (como la edad avanzada, embarazo, o un problema de salud crónico como asma o problemas cardiacos) que puedan haberlos hecho más vulnerables a las complicaciones de la gripe de estación.
El informe también describe el tratamiento administrado en la UM, que es un centro regional para el cuidado de SRAD. Dado que algunos pacientes fueron transferidos de otros hospitales a la UM los autores calculan que en promedio los pacientes habían empezado a recibir medicamentos antivirales ocho días después que comenzó su enfermedad.
Una complicación significativa vista en los pacientes que tuvieron neumonía grave en ambos pulmones debido a la infección con H1N1 fue la embolia pulmonar, esto es la presencia de coágulos de sangre en los pulmones.
El personal clínico debería estar informado de la posibilidad de complicaciones graves de la infección causada por el virus H1N1, particularmente en los pacientes extremadamente obesos, señalaron los autores entre quienes se incluyen miembros del equipo de respuesta a la gripe de CDC, el Departamento de Salud Comunitaria de Michigan, y la Escuela de Salud Pública de la UM.
“Lo que encontramos —pacientes con SRAD grave, embolia pulmonar asociada y alta prevalencia de la obesidad— indica un nuevo enfoque para los hospitales comunitarios que son los que proveen la primera atención a los pacientes con posible infección de H1N1”, dijo Napolitano. “Cuando los médicos vean pacientes obesos con síntomas de infección respiratoria superior que empeoran agudamente deberían considerar la posibilidad de una neumonía viral de H1N1 y deberían iniciar pronto la administación de medicamentos antivirales apropiados”.
El equipo de la Unidad de Cuidado Quirúrgico Intensivo de la UM, que incluye a médicos, enfermeras, terapeutas de respiración y otro personal experto en el cuidado de la salud, se especializa en la atención a los pacientes con SRAD.
Como resultado, en semanas recientes, numerosos pacientes gravemente enfermos con H1N1 de Michigan y el Medio Oeste han sido transferidos a la UM, la mayoría de ellos por el servicio de ambulancia aérea Survival Flight, del Sistema de Salud de la UM, de prestigio nacional. Los hospitales comunitarios en todo Michigan han desempeñado un papel significativo en el cuidado de estos pacientes antes de su transferencia a la UM, y en el manejo del cuidado de los pacientes después que se estabilizó su condición clínica.
A comienzos de julio Estados Unidos tenía más de 37.000 casos confirmados de la gripe H1N1 y la cifra de personas muertas por el mal había subido a 211. Pero se calcula que muchas más, quizás hasta más de un millón de personas en Estados Unidos, pueden haber experimentado la enfermedad moderada y no recibieron tratamiento por ella. En Michigan ha habido por lo menos 489 casos documentados y ocho muertes, según CDC.
El informe de la UM genera interrogantes acerca del papel de la obesidad — una creciente preocupación social, cuando una de cada tres personas en EEUU pesa demasiado— en la pandemia mundial de la gripe H1N1. La obesidad es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, diabetes Tipo 2, algunos tipos de cáncer y problemas para dormir. Si bien este informe preliminar no pudo llegar a conclusiones definitivas acerca de la conexión entre la obesidad y las complicaciones de la gripe H1N1, se requerirá una investigación adicional para aclarar este asunto importante.
Las autoridades de salud continúan recordando al público la importancia de lavarse las manos y la buena higiene para prevenir la gripe H1N1. Esas medidas también son buenas para la prevención de la gripe regular de estación. Los hospitales en todo el país, incluido el Sistema de Salud de la UM, se preparan para un posible incremento de los casos de gripe H1N1 durante la temporada regular 2009-2010 de gripe, que comienza en octubre.
Contacto (español):
Vivianne Schnitzer,
vsh@umich.edu
Teléfono: (734) 276-9027
Contacto (inglés):
Shantell M. Kirkendoll,
smkirk@umich.edu
Teléfono: (734) 764-2220