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Vivir juntos ¿es la mejor protección de una pareja contra el divorcio?

19/08/2009

ANN ARBOR, Michigan.— Los adultos jóvenes consideran que la cohabitación es la mejor manera de proteger su pareja contra el divorcio, y no la ven como una alternativa al matrimonio, según una investigadora de la Universidad de Michigan.

“Por mucho tiempo se ha visto la cohabitación como una amenaza a la institución del matrimonio”, dice la socióloga de la UM, Pamela Smock. “Pero los adultos jóvenes que entrevistamos tienden a ver la cohabitación como una buena manera de protegerse contra el divorcio”.

Smoc, científica del Instituto de Investigación Social (ISR) de la UM, es coautora de un artículo que se publica en la edición actual del boletín del Consejo Nacional de Relaciones Familiares. En el artículo Smock y la socióloga Wendy Manning, de la Universidad estatal Smock and Bowling Green, analizan las conclusiones de un reciente estudio cualitativo de más de 350 adultos jóvenes en el Medio Oeste.

“Nuestros participantes provienen de diferentes clases sociales y diferentes  grupos étnicos”, dijo Smock. “Hay latinos, blancos y afroamericanos. Hay asistentes sociales, meseros, camioneros, electricistas, maestras, enfermeras de servicio a domicilio, guardias de prisión, estudiantes de tiempo parcial, empleados de ventas y paralegales. Y hay desempleados”.

En su mayoría los participantes en el estudio vivían con alguien cuando se hicieron las entrevistas, o habían estado viviendo con alguien en el pasado reciente. Cuando se les preguntó acerca de su relación de pareja, muchos de ellos sacaron a luz el asunto del divorcio.

“Todos tenían alguna historia de divorcio”, dijo Smock. “Ya sea sus padres, sus familiares, sus amistados, o todos ellos, habían tenido divorcios”. Aproximadamente la mitad de los participantes en el estudio no había crecido junto con su padre y su madre biológicos.

“Sobre la base de esas experiencias los adultos jóvenes tienen muy claro que el matrimonio puede ser frágil y quieren hacer todo lo posible para evitar un fracaso matrimonial”, añadió Smock. “Para muchos esto significa la cohabitación con la otra persona antes de que consideren casarse”.

De acuerdo con Smock y Manning, tres temas emergieron cuando los adultos jóvenes explicaron por qué la cohabitación es una buena senda hacia un matrimonio “a prueba de divorcio”:
 
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  • Calcetines y pasta dental – El vivir juntos es la mejor forma de descubrir a la “persona real” y decidir si son compatibles a largo plazo.
  • La prueba del conductor – Vivir juntos es una forma inteligente de obtener información y decidir si se quiere el casamiento.
  • Un antídoto seguro del divorcio – No casarse es la única garantía que hay de que no se terminará con un divorcio.
  • Según Smock y Manning la cohabitación sirve para descartar los matrimonios que tendrían menos probabilidades de éxito. El valor de estos “divorcios prematrimoniales”, señalan lo identificaron por primera vez los sociólogos Larry Bumbass y Jim Sweet de la Universidad de Wisconsin, en Madison.

    “La idea perdió atractivo por un tiempo cuando el debate acerca de la cohabitación se centró en si ésta erosionaba la institución del matrimonio”, indicó Smock. “Pero es una idea que surge firme y clara en las voces de los adultos jóvenes que entrevistamos, muchos de los cuales están convencidos de que vivir juntos es la mejor forma de mantener a raya el divorcio”.

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