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Los experimentos con huesos de cadáveres explican las lesiones de rodilla, sugieren nuevas medidas de prevención

03/09/2009

ANN ARBOR, Michigan.— Los investigadores que midieron la tensión puesta sobre los ligamentos en las rodillas de cadáveres de hombres y mujeres durante movimientos deportivos simulados de aterrizaje muestran que no hay dos rodillas que respondan igual, y que los programas de previsión de las lesiones de rodilla deberían adecuarse a los atletas individualmente.

Las lesiones del ligamento cruciforme anterior (LCA) son la forma más común de lesiones de la rodilla y las mujeres sufren ocho veces más de este tipo de heridas que los hombres. Actualmente la mayoría de los programas de prevención de lesiones del LAC están relacionados con los géneros y se refieren a grandes poblaciones, dijo Scout Mclean, profesor asistente en la Escuela de Kinesiología e investigador principal en este estudio. Mclean, quien antes trabajó con la Clínica Cleveland, dijo que este enfoque no toma en cuenta plenamente las diferencias individuales de la articulación de la rodilla, y cómo el sexo influye en tales diferencias.

“Tomamos el concepto de prevención sobre la base del grupo y vamos un paso más allá para empezar la exploración de la idea de programas de instrucción en la prevención de lesiones de pacientes específicos”, dijo Mclean. Tenemos que cambiar el enfoque de programas simplistas, que se sustentan en el género por ejemplo, a programas y estrategias para la prevención de lesiones que tomen en cuenta las vulnerabilidades de articulaciones individuales”.

En el estudio Mclean y sus colegas de la Clínica Cleveland retorcieron rodillas de cadáveres de hombres y mujeres usando un aparato manual de carga, y midieron la fuerza en el LAC. Luego desarrollaron modelos matemáticos de los datos para examinar las diferencias entre el riesgo de lesión del LAC en hombres y mujeres en movimientos específicos.

Los investigadores encontraron que los LAC de las mujeres se estiraban más para una fuerza determinada que los LAC de los hombres, probablemente debido a las diferencias en la forma en que están diseñados el LAC y la articulación. La herida del LAC, uno de los cuatro ligamentos mayores en la rodilla, a menudo requiere cirugía y una recuperación larga y dolorosa. Más tarde en la vida una lesión del LAC puede causar artritis ósea y una pérdida de movilidad, lo cual puede llevar a la obesidad, la diabetes y otros problemas.

El estudio asimismo confirmó que no hay dos rodillas que sean iguales.
 
Mclean dijo que la geometría de cada rodilla individual es una gran parte en la ecuación de la herida del LAC. Los resultados mostraron que los LAC de hombres y mujeres reciben cargas muy diferentes durante los movimientos deportivos sobre la base de las cantidades de tensión colocadas en los cadáveres estudiados.

“Siempre hemos tenido que clarificar las causas subyacentes o los mecanismos de las lesiones del LAC antes de pudiésemos prevenir exitosamente estas heridas tanto en hombres como mujeres”, señaló. “Este estudio demostró que la adaptación de los programas de prevención de lesiones a los factores de riesgo de la articulación individual puede ser un paso importante y necesario”.

“Esta investigación es un primer paso que ayudará a que los médicos y entrenadores de equipos prevengan las lesiones teniendo más consciencia del hecho de que las rodillas de las mujeres son más vulnerables”, dijo A.J. (Ton) van den Bogert, profesor en el Instituto Lerner de Investigación de la Clínica Cleveland y coautor del estudio. “Esperamos que esto pueda hacerse más aplicable determinando la vulnerabilidad de la rodilla mediante métodos que puedan aplicarse a los atletas. La continuación de esta investigación con modelos de computadora sustentados en imágenes detalladas por resonancia magnética y pruebas de rigidez mecánica en la rodilla de los atletas  harán que esto sea posible”.

Mclean, quien está vinculado con el Centro de Prevención de Lesiones de Hueso y Articulaciones y Recuperación, ha comenzado a desarrollar modelos de computadora de pacientes específicos sobre la base de imágenes de resonancia magnética y escáner CT a los que se incorporan los movimientos de un individuo. El investigador dijo que tales modelos podrían mejorar drásticamente los métodos de detección de riesgo y la prevención de lesiones del LAC en el futuro.

“Podríamos tomar un equipo de fútbol juvenil de 20 jugadores y evaluar su respuesta de carga en el LAC a varios movimientos deportivos con su propio modelo de computadora”, dijo Mclean. “A partir de los resultados, podríamos determinar que solo 10 de los jóvenes necesitan entrenamiento especial porque los modelos los identifican con un riesgo mayor de lesiones”.

El estudio recibió financiación, en parte, de Caridades de la Liga Nacional de Fútbol (NFL) y los Institutos Nacionales de Salud.

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