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Un arreglo fácil para el Hemangioma capilar congénito o Nevo Flamígero

28/09/2009

La terapia con rayos láser puede reducir la incomodidad y el bochorno de las manchas color vino en la piel

ANN ARBOR, Michigan.— Después de 56 años de incomodidad, bochorno y aún dolor Maureen Dillon fue capaz, finalmente, de mostrarse en público con apenas un toque de maquillaje. Se sintió hermosa por primera vez desde la adolescencia. Puso zambullirse en la piscina sin preocuparse porque se enjuagara su maquillaje dejando a la vista una mancha color frutilla sobre la mejilla y la nariz.

Dillon había vivido desde su nacimiento con  Hemangioma capilar congénito o nevo flamígero conocido por su nombre popular, de  manchas de vino de Oporto, y éstas se habían tornado más oscuras y causaban más disgusto con el paso de los años.

Después de lidiar con nudos de vasos sanguíneos y pápulas, inflamaciones e infecciones, el médico de familia de Dillon la envió a que viera a Jeffrey Orringer, director del Centro de Dermatología Cosmética y láser del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan. Orrigen usó láser que, en ocho tratamientos, eliminó las manchas de vino de Oporto de Dillon.

Tres de cada 1.000 niños nacen con una mancha de color de vino que consiste en numerosos vasos dilatados en una parte localizada de la piel. Estas manchas pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero la mayoría de los pacientes que buscan el tratamiento con láser tienen las manchas de color vino en el rostro o el cuello.

“Hay muchas teorías acerca de las causas por las cuales se desarrollan las manchas de vino de Oporto, pero la verdad es que nadie sabe realmente por qué alguien nace con una mancha de vino de Oporto”, dijo Orringer.

Aunque él no puede explicar por qué Dillon o cualquier otra persona tiene esas marcas vasculares de nacimiento, Orringer tiene buenas probabilidades de mejorarlas con la terapia de láser: del 75 al 80 por ciento de los pacientes han obtenido una decoloración de por lo menos el 50 por ciento de la mancha, y la marca desaparece completamente en 15 a 20 por ciento de los pacientes.

“Cuando este tipo de terapia láser la lleva a cabo un médico experimentado los riesgos son, realmente, muy bajos”, dijo Orringer. La combinación de láseres avanzados con médicos que tienen experiencia con anestesia hace que los tratamientos sean esencialmente indoloros para los niños sometidos al procedimiento, agregó. Los adultos en general toleran los tratamientos en la clínica sin necesidad de anestesia.

El tratamiento, típicamente, lleva unos pocos minutos. El paciente se reclina en una silla, con lentes que cubren y protegen los ojos, mientras el médico usa el rayo láser en círculos pequeños para cubrir toda la superficie de la mancha de vino de Oporto. Después de cada tratamiento puede quedar  un moretón en la piel por unos dos días. Dillon dijo que esto le hizo acordar de una jalea de moras. Cuando desaparece ese moretón la mancha de vino de Oporto, de color de fresa, ha desaparecido.

“Fue asombroso”, dijo Dillon, quien ya no necesita los antibióticos o la prednisona que antes usaba para las infecciones e inflamaciones de la marca de nacimiento.

Orringer recomienda que las personas que tienen manchas de vino de Oporto busquen el tratamiento cuando son jóvenes, ya que esas manchas normalmente empeoran con el paso de los años. De todos modos él ha tratado exitosamente a pacientes de más edad.

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