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Estornudos públicos, temores privados

02/11/2009

ANN ARBOR, Michigan.— El ver a otras personas que estornudan y toser en público afecta como la gente considera el sistema de asistencia de la salud en Estados Unidos y es probable que apoyen el gasto federal para el desarrollo de una vacuna para la gripe, según indica un estudio de la Universidad de Michigan. El estar expuesto al estornudo o la tos de otra persona también hace que la gente piense que es más probable que el ciudadano promedio contraiga una enfermedad grave, tenga un ataque cardíaco antes de los 50 años de edad, o morir como resultado de un crimen o accidente.

Los investigadores de la Universidad de Michigan llevaron a cabo dos experimentos que muestran que al ver directamente posibles síntomas de la gripe cerca aumenta la percepción de los riesgos y una sensación general de que el mundo es un sitio peligroso. El informe se publicara en Psychological Science, una revista de crítica de padres que publica la Sociedad Sicológica Estadounidense.

“Encontramos que la exposición a los estornudos y la tos pública aumenta la percepción de riesgos aún para riesgos que están completamente desvinculados de la gripe”, dijo  Norbert Schwarz, profesor investigador en el Instituto de Investigación Social (ISR) de la U.M, profesor en el Departamento de Psicología de la UM, y  en la Escuela Ross de Empresas de la U. M.. “También encontramos que las personas no eran conscientes de que la exposición a síntomas de la gripe en público hubiese influido su juicio de los riesgos, sus opiniones acerca del gasto gubernamental en la investigación de la gripe, o sus opiniones acerca del sistema del cuidado de la salud en Estados Unidos”.

Schwarz llevó a cabo los experimentos con Spike W.S. Lee, el estudiante graduado de la U. M, primer autor del informe, y los estudiantes no graduados Danielle Taubman y Mangyuan Hou.

Los investigadores llevaron a cabo su primer experimento en mayo de 2009 poco antes de que la pandemia de el virus H1N1 comenzara a recibir una intensa cobertura de los medios de comunicación. Primero, un miembro del equipo experimental caminó entre los estudiantes en áreas públicas en torno a los edificios del campus, tosiendo y estornudando (condición experimental) o sin toser o estornudar (condición de control). Luego uno de los investigadores pidió a los estudiantes que completaran un cuestionario de una página como ayuda para un proyecto de clase. Veintiséis en la condición experimental y 24 en la condición de control respondieron al cuestionario.

El cuestionario preguntó a los participantes que calcularan el riesgo de que una “persona promedio en Estados Unidos” contrajera una enfermedad grave, tenga un ataque cardíaco antes de los 50 años de edad, muriera como resultado de un crimen o un accidente, en una escala desde 0 (imposible) a 100 (certeza de que ocurrirá). A los participantes también se les pidió que evaluaran el sistema de cuidado de la salud de Estados Unidos en una escala de uno a siete, en la cual 1 equivale a que nuestro sistema de cuidado de la salud es tan malo que necesitamos reconstruirlo completamente, y 7 equivale a Nuestro sistema del cuidado de la salud funciona muy bien y sólo se necesitan cambios menores para que funcione mejor.  (La pregunta sobre el cuidado de la salud se tomó de una encuesta del diario The New York Times y la cadena CBS de televisión).

Los participantes expuestos a toses y estornudos calcularon el riesgo de contraer una enfermedad grave en el 41,2 por ciento comparado con un riesgo de 26,7 por ciento calculado por los del grupo en condición de control. El riesgo de sufrir un ataque cardíaco antes de los 50 años de edad fue calculado en el 45,4 por ciento las personas en el grupo experimental, comparado con el 32,1 por ciento para el grupo de control. Y el grupo experimental calculó en 41,2 por ciento el riesgo de morir por un crimen o un accidente comparado con el 27,9 por ciento en el grupo de control.

El grupo expuesto a toses y estornudos calificó con 3,07 puntos en escala de siete puntos al sistema estadounidense de cuidado de la salud comparado con una puntuación de 3,67 en el grupo de personas no expuestas a eso síntomas.

Para el segundo experimento, realizado el mismo mes, un experimentador pidió a las personas que caminaban en centros comerciales y áreas de negocios en el centro de la ciudad que participaran en una encuesta de un minuto. Cuarenta y siete personas aceptaron hacerlo. Para la condición experimental, el experimentador o la experimentadora tosió y estornudó una vez mientras se confía la boca con el antebrazo izquierdo antes de entregar el cuestionario a 23 participantes. Para el grupo de control el mismo experimentador no tosió ni estornudó antes de entregar el cuestionario a 24 personas.

Esta es la primera pregunta señalaba que el diario The New York Times informaba de una inversión federal de1.300 millones de dólares en el desarrollo de vacunas y preguntaba si los participantes preferirían que el gobierno gastar ese dinero para facilitar la producción de vacunas para la gripe o en combatir el desempleo mediante la creación de puestos de trabajo en conservación y energías alternativas.

Poco menos del 17 por ciento de las personas no expuestas a estornudos y toses del experimentador indicó que prefería que el gobierno gastara 1.300 millones de dólares en el desarrollo de vacunas, comparado con el 48 por ciento de las personas expuestas a la tos y estornudos del experimentador.

“Estos estudios muestran claramente que la exposición a un acontecimiento mundano como la tos o el estornudo puede afectar las actitudes y sentimientos de las personas acerca de los riesgos cuando existe una atención más intensa a una amenaza prominente como una pandemia de la gripe”, dijo Lee.

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