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Estudio de la UM arroja luz sobre las raíces biológicas del trastorno por estrés post–traumático

03/05/2010

ANN ARBOR, Michigan.— Los investigadores de la Universidad de Michigan dicen que han identificado lo que parece ser un paso crucial en la secuencia de acontecimientos biológicos que conduce al trastorno por estrés post–traumático.

Sus concusiones dan sustento a la idea de que la exposición a un acontecimiento horrible puede causar cambios genéticos que alteran el sistema de inmunidad del cuerpo lo cual lleva al trastorno por estrés post–traumático. El TEPT (ó PTSD por su sigla en
inglés) es un trastorno grave de ansiedad que se desarrolla en algunas personas que han estado expuestas a acontecimientos terribles que involucran la amenaza de heridas graves o la muerte.

"Creemos que hemos descubierto un paso biológico clave en el proceso que conduce al TEPT", dijo Mónica Uddin, epidemióloga molecular en el Centro para Epidemiología Social y Salud de la Población de la Escuela de Salud Pública de la UM.

"Las enfermedades en general, y las enfermedades psiquiátricas en particular, involucran una interacción de factores sociales y biológicos", añadió Uddin, científica investigadora asistente en el Departamento de Epidemiología de la UM y autora principal de un artículo que se publicará este lunes en Internet en la revista Proceedings of the National Academy Sciences.

"En el caso del TEPT los acontecimientos traumáticos pueden, literalmente, meterse debajo de su piel y, literalmente también, alterar su biología con consecuencias físicas y mentales significativas", continuó. "Ése es el mensaje principal de este artículo".

Los investigadores usaron datas del Estudio de Salud de Vecindarios de Detroit, un proyecto de cinco años financiado por los Institutos Nacionales de Salud. Examinaron más de 14.000 genes usando el ácido desoxirribonucleico en muestras de sangre provistas por 100 residentes de Detroit. Veintitrés de esos individuos sufrían el trastorno por estrés post–traumático.

Los investigadores identificaron numerosos genes – en su mayoría involucrados en la regulación del sistema de inmunidad – que parecían ser más activos en las personas con el TEPT. Otros estudios anteriores habían propuesto un eslabón entre la función de inmunidad alterada y el TEPT. Las nuevas conclusiones de la UM sustentan ese modelo y van un paso más adelante con la identificación de la reacción bioquímica específica que podría estar involucrada.

Esa reacción bioquímica es un proceso llamado metilación del ADN, por la cual grupos de metilos (grupos CH3) se agregan a algunas de las letras moleculares con las cuales se deletrea el código genético. La metilación del ADN puede alterar la actividad del gen, típicamente reduciéndola. Por razones técnicas el equipo investigador encabezado por la UM no pudo medir directamente la actividad de los genes en este estudio. De manera que los científicos usaron patrones de metilación como un sustituto de la actividad genética y compararon las marcas encontradas en los pacientes con TEPT y las de las personas sin el trastorno.

Así encontraron que los niveles de metilación de los genes relacionados con la inmunidad eran más bajos en el grupo con TEPT, indicando una actividad incrementada en esos genes. Estas conclusiones sustentan un modelo del TEPT en el cual la exposición a un acontecimiento traumático cambia la expresión genética, lo cual a su vez estimula la actividad del sistema de inmunidad y lleva al trastorno.

"Hasta donde sabemos no ha habido, hasta ahora, estudios que hayan documentado las diferencias en los patrones de metilación epigenética entre las personas con TEPT y sin TEPT", indicaron los autores.

Las conclusiones tienen implicaciones potenciales para el tratamiento del TEPT. Dado que los estados de metilación del ADN pueden cambiarse, es concebible que se legue a nuevas terapias con medicamentos dirigidos a los genes identificados en este estudio para el tratamiento del TEPT, indicó Uddin.

En un proyecto de seguimiento que es parte del Estudio de Salud de los Vecindarios de Detroit, los investigadores analizarán las muestras de sangre de unos 500 residentes de Detroit. Volverán a estudiar los niveles de metilación del ADN y también medirán directamente la actividad genética analizando el ácido ribonucleico en las muestras de sangre. El estudio de seguimiento está financiado, en parte, por una Donación Desafío, de 995.000 dólares, de los Institutos Nacionales de Salud.

Allison Aiello, una profesora asistente de Epidemiología en la Escuela de Salud Pública, es la investigadora principal dentro de la Donación Desafío. Además, Aiello asumió la dirección del estudio del TEPT después que Sandro Galea se fue de la UM a la Universidad Columbia.

Además de Uddin, Aiello y Galea, los autores del informe que publica PNAS son Drek Wildman, de la Universidad estatal Wayne; Karestan Koenen, de la Escela de Salud Pública de Harvard; Graham Pawelec, de la Escuela de Medicina de la Universidad Tubingen en Alemania; Regina de los Santos, de la Universidad de Michigan, y Emily Goldmann, de la Universidad de Michigan.

El estudio tuvo el apoyo de varias donaciones de los Institutos Nacionales de Salud. Hubo apoyo adicional del Programa Robert Wood Johnson de Donaciones Pequeñas para Académicos de Salud y Sociedad; la Oficina del Vicepresidente de la UM para Donaciones de Investigación Docente y Programa de Premios; el Fondo de Excelencia en Investigación de la Universidad estatal Wayne, y una donación del Centro Nathan Shock de la UM.

Contacto (español): Vivianne Schnitzer
Teléfono: 1-734-763-0368

Contacto (inglés):Nicole Fawcett ó Margarita Bauza
Teléfono: (734) 764-2220

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