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Las enfermeras militares y los pacientes heridos en combate bregan con el estrés

04/08/2010

ANN ARBOR, Michigan.— Las enfermeras militares dicen que el tratamiento de los pacientes heridos en combate proporciona un significado y un propósito a su labor que les ayuda a lidiar con el estrés de una labor exigente y, a veces, acongojante, según un nuevo estudio encabezado por la Universidad de Michigan.

“Fue la primera vez en dieciséis años que sentí que, realmente, había hecho algo”, dijo una de las enfermeras militares a los investigadores. “Nada en mi vida ha sido más gratificante”, dijo otra enfermera.

Veinte enfermeras militares y ocho pacientes heridos en combate fueron entrevistados por los investigadores de la UM y sus colegas para un estudio que se publica en la edición actual de Perspectivas en Psychiatric Care. Los autores de la UM son Bonnie Hagerty, una profesora asociada en la Escuela de Enfermería, y Reg Williams, un profesor en la Escuela de Enfermería y en el Departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina.

El estudio incluyó entrevistas en grupos de estudio que duraron 90 minutos. Se pidió a las enfermeras y enfermeros que describieran sus experiencias en el cuidado de las víctimas de heridas en combate en Irak y Afganistán y cómo les había afectado a ellos. A los miembros de las Fuerzas Armadas se les pidió que compartieran las experiencias emocionales que tuvieron al lidiar con sus heridas de combate y que describieran como el personal militar de enfermería les había ayudado a lidiar con sus respuestas y sus dificultades emocionales.

Todos los pacientes calificaron a sus enfermeras como importantes en su supervivencia y recuperación y dijeron que preferían el cuidado de las enfermeras y enfermeros militares más que de los civiles. Las enfermeras militares “simplemente no entienden la vida militar en general”, dijo un paciente.

Todos los pacientes fueron aviadores, infantes de marina, marinos o soldados que habían sido enviados a zonas de combate y sufrieron heridas que requirieron su hospitalización. Las heridas incluyeron mutilaciones, heridas de bala y de esquirlas, y quemaduras.

Los soldados informaron que, a menudo, se habían sentido confundidos acerca de cómo encarar sus vidas después de haber sido heridos y que buscaban estrategias que les permitieran seguir adelante y reintegrarse a la familia y la sociedad. Indicaron que el estar con otros pacientes heridos en combate les proporcionó una sensación beneficiosa de la experiencia compartida.

“La gente en tu unidad, son tu familia. Uno ha pasado por el infierno con ellos, los ha protegido y ellos hicieron lo mismo”, dijo un soldado herido. Otro describió un “sentimiento de camaradería, de hermandad. Es muy fuerte. Tu supervivencia se apoya en eso”.

Muchos soldados dijeron que habían sido renuentes a reconocer que necesitaban ayuda para lidiar con los efectos psicológicos vinculados con sus heridas. De hecho varios dijeron que el procurar tal ayuda a menudo se veía como una señal de debilidad o un obstáculo para futuras carreras militares.

“Cualquier cambio en las políticas o los procedimientos que promueva una mayor atención inmediata a las necesidades psicológicas de los soldados heridos deberá lograrse mediante un cambio de cultura en el cual se minimice el estigma y se recompense la obtención de ayuda psicológica”, señalaron los autores en el estudio.

Al mismo tiempo los enfermeros y enfermeras dijeron que las Fuerzas Armadas no les habían proporcionado una instrucción especializada que les ayudara a cuidarse a sí mismos para encarar la carga emocional del cuidado de soldados heridos gravemente.

“No hay una preparación para lo que verás, cómo te sentirás”, dijo una enfermera.

Los fondos para el estudio los proporcionó el Programa de Investigación de Enfermería de las Tres Armas (TriService) y la Universidad de Ciencias de la Salud de los Servicios Uniformados. Las entrevistas se llevaron a cabo en el Centro Médico Naval Nacional en Bethesda, Maryland; el Centro Médico Brooke del Ejército en San Antonio, Texas; y el Centro Médico Wilford Hall de la Fuerza Aérea, en San Antonio, Tesas.

En un artículo de investigación separado Williams y Hagerty, de la UM, junto con varios colegas, examinaron la factibilidad de usar intervenciones para manejo de estrés por vía de Internet para el personal militar.

Conocido como el Stress Gym el programa en Internet está diseñado para ayudar a que el personal militar en servicio activo lidie con el estrés. Los módulos en el Stress Gym se enfocan en el manejo del estrés, primero, desarrollando una conciencia del estrés en las relaciones interpersonales y luego en aspectos específicos de la salud asociados con el estrés, las respuestas de mala adaptación al estrés, tales como la alteración en los patrones de sueño, la depresión y el abuso del alcohol.

El estudio, en el cual participaron ciento cuarenta y cuatro oficiales y marinos de la Marina de Guerra de EEUU, llegó a la conclusión de que el programa de autoayuda Stress Gym es factible para su despliegue, que los usuarios para los cuales está diseñado lo aceptan con una evaluación muy positiva, y aparentemente ayuda a reducir el estrés.

El estudio se publicó en la edición de julio de la revista Military Medicine.

Enlaces relacionados

Escuela de Enfermería de la UM

http://www.nursing.umich.edu

Contacto (español): Vivianne Schnitzer
Teléfono: 1-734-763-0368

Contacto (inglés): Jim Erickson
Teléfono: (734) 647-1842

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