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Pronostico del divorcio: Cómo el estilo para manejar conflictos afecta el matrimonio

28/09/2010

Editores: puede escuchar la nota en (En Inglés)
http://www.ns.umich.edu/podcast/audio.php?id=1270

Pruebe su estilo de confrontación matrimonial y compárelo con los participantes en el estudio (En Inglés):
http://umichisr.qualtrics.com/SE?SID=SV_ah3IpkxSDshmVGk

ANN ARBOR, Michigan.— Es de conocimiento común que las parejas recién casadas que se gritan o se lanzan epítetos tienen más probabilidades de terminar divorciadas. Pero un nuevo estudio de la Universidad de Michigan indica que hay otros modelos de conflicto que también predicen un divorcio.

Un modelo particularmente tóxico es cuando uno de los cónyuges encara de manera constructiva el conflicto, con una discusión de la situación y escucha el punto de vista de su pareja, o se esfuerza por comprender los sentimientos de su pareja, y el otro cónyuge se retrae.

“Este patrón de comportamiento parece tener un efecto dañino sobre la duración del matrimonio”, dijo la investigadora de la UM, Kira Birditt, autora principal de un estudio sobre los comportamientos en el conflicto matrimonial y las implicaciones para el divorcio que publica la edición actual de octubre de 2010 de la revista Journal of Marriage and Family.

“Los cónyuges que manejan los conflictos de manera constructiva pueden percibir que el hábito de su pareja de retraerse es una falta de inversión en la relación más que un intento por calmar la situación”, añadió Birditt.

Las parejas en las cuales ambos cónyuges emplearon estrategias constructivas tuvieron tasas más bajas de divorcio, según encontró Birditt.

Los datos provienen el Estudio de los Primeros Años de Matrimonio, sustentado con fondos del Instituto Nacional de la vejez y el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano. Éste es uno de los proyectos de investigación más extensos y de más larga duración que observa los patrones del conflicto matrimonial y comprende a 373 parejas entrevistadas cuatro veces en un período de 16 años a partir del primer año de su matrimonio. El estudio es, también, uno de los pocos que incluye una proporción suficientemente alta de parejas negras de manera que los investigadores puedan evaluar las diferencias raciales en las estrategias ante el conflicto, y sus efectos.

Los investigadores observaron la forma en que los comportamientos de ambos individuos y los patrones de comportamiento entre las dos partes afectaban la probabilidad de divorcio. Asimismo examinaron si el comportamiento cambiaba con el tiempo, y si existían diferencias raciales o de género en los patrones de conducta y los resultados.

Para su sorpresa los investigadores encontraron que el 29 por ciento de los esposos y el 21 por ciento de las esposas indicaban que no habían tenido conflictos en el primer año de su matrimonio, que fue 1986. No obstante lo cual cuando en 2006 se cumplió el décimo sexto año desde el casamiento el 46 por ciento de las parejas se había divorciado. El que las parejas hubieran dado cuenta, o no, de conflictos durante el primer año de matrimonio no afectó el que se hubieran divorciado para cuando terminó el estudio.

En general los esposos informaron del uso de más comportamientos constructivos y menos comportamientos destructivos que las esposas. Pero a lo largo del tiempo las esposas fueron menos propensas a usar estrategias destructivas o a retraerse, en tanto que el uso de estas conductas por parte de los esposos permaneció sin cambios a lo largo de los años.

“Los problemas que causan que las esposas se retraigan o que usen comportamientos destructivos al comienzo del matrimonio pueden resolverse con el tiempo”, indicó Birditt. “O también puede que las relaciones y la calidad de las relaciones sean más centrales en la vida de las mujeres que lo que son para los hombres. Como resultado, en el curso de un matrimonio, las mujeres son más proclives a reconocer que el retirarse, el retraerse ante el conflicto o el uso de estrategias destructivas no es ni eficaz ni beneficioso para el bienestar y la estabilidad general de sus matrimonios”.

Birditt y sus colegas también encontraron que las parejas negras tienden más a retraerse durante el conflicto que las parejas blancas, aunque a lo largo del tiempo las parejas negras son menos proclives a retraerse.

“Esperamos que este estudio conduzca a una investigación adicional sobre las complejas dinámicas del conflicto entre esposos y esposas, y las explicaciones potenciales para los cambios contrastados con la estabilidad en los comportamientos ante el conflicto a lo largo del tiempo”, concluyó Birditt.

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