Investigadores del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan demuestran que bebés con una enfermedad pulmonar grave tuvieron un mejor crecimiento pulmonar si ganaban peso con el tiempo ANN ARBOR, Michigan.— La mejora de la función pulmonar en bebés prematuros que padecen una enfermedad pulmonar grave puede estar vinculado a su régimen de alimentación, según un nuevo estudio de la Universidad de Michigan. Los investigadores estudiaron a 18 infantes con un historial de displasia broncopulmonar (DBP) de moderada a grave y encontraron que aquellos que tenían una ganancia peso por encima del promedio mostraron volúmenes pulmonares mejorados significativamente, lo cual revela una posible asociación entre el crecimiento pulmonar y una mejor nutrición. El estudio se publicarán en la revista Pediatric Pulmonology. Los resultados ya están disponibles en Internet. La DBP típicamente se desarrolla en los infantes prematuros que requieren una prolongada ventilación o terapia de oxígeno después del nacimiento lo cual lleva a reducciones significativas en el flujo de aire y la inflación excesiva de los pulmones cuando se les compara con los infantes que llegan a término del embarazo- Los infantes con DBP , a menudo, desarrollan asma más adelante en sus vidas. En el curso de un año los investigadores de la UM encontraron pequeñas mejorías en los flujos de aire y los volúmenes pulmonares del grupo que participó en el estudio. Sin embargo los nueve bebés prematuros con ganancia de peso por encima del promedio tuvieron, con el tiempo, una mejoría mayor, aunque no fueron capaces de llegar a la par de los bebés nacidos a término. “De forma coherente con los estudios hechos en animales que muestran los efectos dañinos de la mala nutrición sobre el desarrollo pulmonar, mostraron mejorías en la función pulmonar, tales como la capacidad vital forzada y la capacitad total del pulmón, en los infantes con un crecimiento corporal superior al promedio”, dijo la autora principal del estudio Amy G. Filbrun, profesora asistente de pediatría y enfermedades contagiosas. Filbrun es también la directora del Programa de Apnea y Displasia Bronco Pulmonar en la UM, Estudios anteriores habían mostrado que la función pulmonar en los bebés con DBP mejora con el tiempo a medida que el pulmón sigue creciendo, pero los investigadores sostienen que éste es el primero que registró las medidas longitudinales usando la técnica de compresión torácicoabdominal de volumen rápido. Este método mide la función de las vías respiratorias en toda la gama de volúmenes pulmonares de forma similar a las pruebas en niños de más edad y en adultos. “Estos resultados añaden información nueva y más precisa sobre la función pulmonar en infantes con un historial de DBP en un período del desarrollo sobre el cual no se tenían datos”, dijo Filbrun. Los bebés nacidos antes de las 37 semanas del embarazo se consideran de pretérmino o prematuros. Cada año uno de ocho bebés nacidos en Estados Unidos es prematuro, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU. Más infantes prematuros sobreviven como resultado de los avances en el cuidado de estos bebés, pero ellos siguen expuestos al riesgo de desarrollar la DBP. La deficiencia en el crecimiento y la mala nutrición son comunes en los bebés con DBP. Los investigadores dicen que se necesitan más estudios que examinen los efectos de varios regímenes de alimentación sobre el crecimiento pulmonar, con la idea de que una nutrición mejorada podría mejorar la función de las vías respiratorias y la salud respiratoria a largo plazo en estos niños. Contacto (español): Vivianne Schnitzer
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