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Insuficiencia de vitamina D vinculada a menstruación temprana, un factor de riesgo de salud durante toda la vida

09/08/2011

ANN ARBOR, Michigan.— Un estudio reciente vinculó los bajos niveles de vitamina D en las jóvenes con un comienzo temprano de la menstruación, lo cual es un factor de riesgo para una variedad de problemas de salud en las adolescentes al igual que para las mujeres más adelante en la vida.

Los investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan midieron los niveles de vitamina D en la sangre de 242 niñas con edades de 5 a 12 años en Bogotá, Colombia, y les hicieron un seguimiento por 30 meses.

Las niñas que tenían bajo nivel de vitamina D resultaron dos veces más propensas a comenzar la menstruación durante el estudio que las que tenían suficiente vitamina D, dijo el epidemiólogo Eduardo Villamor, profesor asociado de la Escuela de Salud Pública de la UM.

Esto es importante por varias razones, dijo Villamor. En todo el mundo ha habido durante años una lenta disminución en la edad de la primera menstruación o menarca lo cual, según Villamor, indica una causa ambiental dado que no han cambiado los factores genéticos que inician la pubertad.

“Desde una perspectiva ambiental sabemos relativamente poco acerca de qué inicia la pubertad”, dijo Villamor. “Si supiésemos qué es lo que causa esta disminución en la edad de la primera menstruación podríamos desarrollar intervenciones” que prevengan la menarca prematura.

La menstruación temprana es un factor de riesgo de problemas de conducta y psicosociales en las adolescentes. Asimismo las niñas que tienen una menarca temprana parecen tener un riesgo mayor de desarrollar enfermedades cardiometabólicas y cáncer, en particular cáncer de mamas, en la edad adulta.

El estudio exploró formalmente el vínculo entre el nivel de vitamina D de las niñas y el momento de su primera menstruación. Las investigaciones previas han indicado que la menarca ocurre más tarde en las niñas que viven más cerca del ecuador que en las niñas que viven en países norteños. Ocurre que las niñas que viven en países norteños pueden tener tasas más altas de deficiencia de la vitamina D durante los meses de invierno debido a una limitada exposición al sol.

En la investigación Villamor y sus colegas encontraron que el 57 por ciento de las niñas en el grupo con deficiencia de vitamina D llegó a la menarca durante el período del estudio, comparado con el 23 por ciento de las niñas en el grupo con suficiente vitamina D. En términos de edad las niñas con bajo nivel de vitamina D tenían, en promedio, 11,8 años cuando empezaron a menstruar comparadas con el otro grupo a una edad promedio de alrededor de 12,6 años.

Esta diferencia de diez meses es sustancial, dijo Villamor, porque aunque diez meses no parezca mucho a esa edad muchas cosas ocurren rápidamente en el cuerpo de una joven.

Si bien los resultados indican que hay una vinculación entre el nivel de vitamina D y la menarca, los investigadores no han establecido una relación causal. Es necesario hacer más estudios que muestren si las intervenciones que modifiquen el nivel de vitamina D de las niñas resulta en un cambio en su edad de menarca.

Por más acerca de Villamor: http://www.sph.umich.edu/iscr/faculty/profile.cfm?uniqname=villamor

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