ANN ARBOR, Michigan.— La bacteria E. Coli resistente a los antibióticos es mucho más prevaleciente en las aldeas situadas junto a las carreteras, que en las aldeas rurales ubicadas lejos de las rutas, lo cual indica que las carreteras desempeñan un papel importante en la propagación o la contención de las bacterias resistentes a los antibióticos, conocidas como superbacterias, según un nuevo estudio.
Muchos estudios sobre varias enfermedades infecciosas han demostrado que los caminos tienen un impacto en la propagación de las enfermedades pero éste es el primer estudio conocido que muestra que las carreteras también tienen un impacto en la propagación de las bacterias resistentes a los antibióticos, dijo Joe Eisenberg, coautor y profesor en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan.
Los investigadores en la escuela de la UM y sus colegas de la Universidad de San Francisco en Quito (Ecuador), y el Trinity College estudiaron durante cinco años una región en el noroeste de Ecuador, enfocándose en la E. Coli resistente a los antibióticos y la combinación común de antibióticos de ampicilina y sulfametoxazol.
“Nuestros resultados indican que no es sólo el uso del antibiótico individual lo que afecta la resistencia a los antibióticos”, dijo Eisenberg. “Hay otros factores importantes que afectan la propagación de la resistencia a los antibióticos y la tasa con la cual se introducen nuevas cepas debido a los movimientos de gente que entra y sale de una región, como asimismo la mala calidad del agua y la sanidad que permiten la transmisión de cepas resistentes a los antibióticos”.
Y ambos factores son afectados por la presencia de carreteras.
Si bien el creciente uso de antibióticos en períodos prolongados puede aumentar la resistencia a los antibióticos, en el caso de bacterias tales como la E. Coli, contra la cuales administran antibióticos por períodos mucho más breves, los antibióticos tienen un efecto diferente sobre la bacteria.
Para estas bacterias la administración de antibióticos amplifica la bacteria resistente al antibiótico que ya existe en el individuo matando las E. Coli no resistentes, lo cual estimula a la cepa de superbacteria para que se multiplique y conquiste los intestinos.
La superbacteria E. Coli se convierte en la cepa dominante y esto incrementa la probabilidad de que se transmita de una persona a otra. La transmisión ocurre cuando, por ejemplo, una persona infectada contamina la comida que cocina o una contamina una fuente de agua y posteriormente una persona no infectada queda expuesta a la comida o el agua contaminadas. Así las carreteras influyen en la salud no sólo porque proporcionan más acceso a los antibióticos sino, también, porque crean diferentes niveles de sanidad del agua y de higiene.
“Si vamos a considerar las formas de lidiar con la resistencia a los antibióticos tenemos que pensar en las fuerzas ambientales más amplias que causan la propagación de la resistencia a los antibióticos, además de la forma en que los médicos recetan los antibióticos a cada individuo”, dijo Eisenberg.
El artículo, titulado , “In-roads to the spread of antibiotic resistance: regional patterns of microbial transmission in northern coastal Ecuador”, se publica este mes en la revista Journal of the Royal Society, Interface.
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