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Los problemas económicos de los Estados Unidos repercuten en América Latina, según un estudio de la UM

26/03/2012

Según un estudio recientamente publicado, los enfermos crónicos en América Central tienen dificultades para pagar por el cuidado de su salud porque reciben menos dinero de sus familiares en el exterior que han perdido sus trabajos durante la crisis financiera

ANN ARBOR, Michigan.— La recesión económica no ha golpeado solamente a quienes viven en Estados Unidos: también ha hecho más difícil que la gente pague sus gastos médicos en países pobres como Honduras, según un nuevo estudio de la Universidad de Michigan.

A medida que se han cerrado las oportunidades de empleo para los inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos también ha disminuido su capacidad para enviar ayuda financiera a los familiares enfermos crónicos en sus países de origen, según un estudio de la UM que se publica en la edición de hoy de la revista Internacional Journal of Health Services.

“Los pagos de las remesas de los familiares que viven en los Estados Unidos son una importante fuente de ingresos para los enfermos crónicos en América Latina”, dijo el autor principal del estudio John D. Piette, profesor de medicina interna en la Escuela de Medicina de la UM, Subdirector asociado para Tecnologías Globales de Salud en del Centro de Salud Global de la UM, e investigador en el Sistema de Cuidado de la Salud de Asuntos de Veteranos (En Inglés, Department of Veterans Affairs Healthcare System ) en Ann Arbor.

“Puede que parezca difícil imaginar vínculos causales entre el cierre de una fábrica en Michigan o un recorte de los sueldos para los trabajadores de un restaurante en Iowa y el cuidado de la salud de alguien en una zona rural de Honduras. Pero los resultados de este estudio indican que los problemas económicos en Estados Unidos repercuten en el exterior”, añadió.

En una encuesta realizada en 2009 de 624 adultos enfermos crónicos en la empobrecida Honduras los investigadores encontraron que más de la mitad de ellos tenía familiares que vivían en el exterior del país, y de ese grupo dos tercios recibían remesas de dinero. El 74 por ciento de quienes recibían ese apoyo financiero había tenido una disminución de las remesas en el año anterior debido, principalmente, a la pérdida de empleos entre sus familiares en el exterior.

Las disminuciones de los pagos de remesas tenían un promedio de unos 700 dólares al año, una merma significativa en un país donde muchas familias viven con menos de 200 dólares por mes.

Los pacientes que habían tenido una reducción en la ayuda recibida de familiares en el exterior eran menos propensos a concurrir a un hospital por una emergencia de salud, y tendían a tomar menos medicamentos que los recetados debido a la escasez de dinero.

Entre los pacientes que recibían menos ayuda de sus familiares en el exterior, casi el 40 por ciento indicó que a veces no podían comprar los medicamentos, y aproximadamente un tercio se salteaba las visitas al médico. Otros pacientes informaron que gastaban menos en necesidades básicas tales como la comida y la educación.

El estudio se llevó a cabo en Santa Cruz de Yojoa, en el Departamento de Cortéz, la región central norte de Honduras, entre pacientes que concurrían para consultas no urgentes en clínicas de asistencia primaria.

Las remesas eran más comunes entre los pacientes que tenían menos educación, familias más numerosas y problemas de salud múltiples y crónicos incluidos hipertensión, diabetes, artritis y enfermedad cardiovascular.

Todas las personas que respondieron dijeron que debían pagar de su propio bolsillo el 100 por ciento de su cuidado de la salud sin acceso a un seguro médico.

Las conclusiones del estudio reflejan los datos del desempleo en EEUU. La crisis financiera del país ha golpeado con especial dureza a los inmigrantes latinos en parte debido a las grandes pérdidas de empleo en la construcción de viviendas, que es una fuente importante de empleo para ellos.

Entre el fin de 2007 y el fin de 2008 el porcentaje de latinos en edad de trabajar y que tenían empleos disminuyó a una tasa casi dos veces más alta que para la población en general.

“Las prácticas laborales injustas, las barreras del lenguaje y los bajos niveles de educación de los inmigrantes centroamericanos se combinan para hacer que sea probable que sigan encarando dificultades económicas en Estados Unidos”, dijo Piette. “Estos inmigrantes han hecho sacrificios generosos y nobles enviando ayuda a sus familiares en la patria a pesar de sus sueldos bajos. Estos compromisos pueden tornarse insostenibles sin una fuerte recuperación de la economía estadounidense”.

Los autores adicionales del estudio titulado “Report on Honduras: Ripples in the Pond – the Recent Financial Crisis and Remittances to Chronically Ill Patients in Honduras” , además de Piette son Milton O. Mendoza Avelares, Laura Chess, Evan C. Milton, Armando Matiz Reyes y Joel Rodríguez Saladaza.

Financiación: Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan; Michigan Diabetes Research and Training Center, y el Michigan Institute for Clinical and Health Research.

Referencia: http://dx.doi.org/10.2190/HS.42.2.c

Contacto (español): Vivianne Schnitzer
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Contacto (inglés): bmostafa@umich.edu
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