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Los médicos son menos propensos a recetar antidepresivos a las minorías y pacientes de Medicaid

04/04/2012

ANN ARBOR, Michigan.— Los negros y los hispanos que padecen trastornos depresivos graves tienen menos probabilidades de recibir medicamentos antidepresivos que lo pacientes blancos, y los pacientes que tienen los beneficios de Medicare y Medicaid tienen menos probabilidades de recibir los antidepresivos de la generación más nueva.

Los investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan examinaron datos de los años 1993 a 2007 para entender los patrones de prescripción de antidepresivos de los médicos. Observaron dos aspectos: quiénes recibieron los antidepresivos, y qué tipos de antidepresivos se recetaron.

El estudio encontró que el grupo étnico, la fuente de pagos, el grado en que el médico siente que controla el tratamiento y la región geográfica influyen en la decisión de los médicos de recetar antidepresivos. La edad y el tipo de pagos influyen en qué tipo de antidepresivos reciben los pacientes.

El estudio encontró que los blancos (o “caucásicos”) tienen 1,52 más probabilidades de que se les receten antidepresivos que los pacientes negros o hispanos tratados por trastornos depresivos graves. Sin embargo, el grupo étnico del paciente no fue un factor en la elección hecha por el médico sobre un tipo específico de medicamento antidepresivo.

“Este estudio confirmó las conclusiones previas de que los factores sociales, como la raza y el grupo étnico, y el tipo de seguro médico de los pacientes, influyen los comportamientos de prescripción de los médicos”, dijo Rajeh Balkrishnan, profesor asociado en la Escuela de Salud Pública de la UM e investigador principal en este estudio. “Esto se aplica en particular al tratamiento de los trastornos depresivos graves”.

Balkrishan también trabaja con el Colegio de Farmacia de la UM.

Los antidepresivos más nuevos tales como los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS, ó SSRI por su sigla en inglés) y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN, ó SNRI por su sigla en inglés) se consideran tratamientos farmacéuticos de primera línea para los trastornos depresivos graves. Los medicamentos de generación más antigua incluyen los antidepresivos tricíclicos (ATC, ó TCA por su sigla en inglés) y los inhibidores de oxidada monoamina (IOMA, ó MAOI por su sigla en inglés) y otros y tienden a tener más efectos secundarios.

El estudio encontró que los pacientes que tienen beneficios de Medicare y Medicaid tienen 31 por ciento y 38 por ciento, respectivamente, menos probabilidades de que se les receten medicamentos antidepresivos, comparados con los que tienen seguro médico privado.

La geografía y el estatus de control del médico sobre su práctica también son factores que influyen para que los pacientes reciban medicamentos antidepresivos. Los médicos que tienen un consultorio y práctica propios, comparados con quienes no son dueños de su consultorio, resultaron un 25 por ciento menos propensos a recetar antidepresivos, y los médicos en las áreas metropolitanas mostraron ser un 27 por ciento menos propensos a recetar antidepresivos a todos los pacientes con depresión. Sin embargo, los médicos que habían visto a los pacientes antes se mostraron 1,4 veces más propensos a recetar antidepresivos.

Los investigadores analizaron asimismo qué pacientes recibían los nuevos antidepresivos o los más antiguos.

El aumento de la edad apareció vinculado con una disminución del 7 por ciento en las probabilidades de que los médicos receten solamente antidepresivos ISRS o IRSN, en lugar de recetar solamente los antidepresivos más antiguos.

Comparados con los pacientes que tienen seguro médico privado los pacientes de Medicare y Medicaid tienen, respectivamente, de un 58 a un 61 por ciento menos probabilidades de que se les receten solamente los antidepresivos más nuevos.

Los pacientes con seguros médicos de HMO tienen 2,19 más probabilidades de que se les receten solamente otros antidepresivos más nuevos.

Comparados con el Oeste del país, los médicos con práctica en el Nordeste resultaron un 43 por ciento menos propensos a recetar solamente antidepresivos más nuevos, y un 43 por ciento menos propensos a recetar para sus pacientes una terapia combinada.

Este estudio reveló implicaciones importantes para la política de cuidado de la salud, dijo Balkrishnan.

“Necesitamos que quienes toman las decisiones sobre política de salud diseñen intervenciones que mejoren el cumplimiento de las recomendaciones para la práctica de los médicos”, añadió. “Esto ayudará a eliminar las variaciones innecesarias entre las prácticas médicas y a obtener un cuidado óptimo de la salud de los pacientes”.

Otros autores del manuscrito incluyen a Hsien-ChangLin, ex estudiante de doctorado de Balkrishnan, y quien es ahora profesor asistente de Política de Salud en la Universidad de Indiana, y Steven Erikcson, profesor asociado en el Colegio de Farmacia de la UM.

Contacto (español): Vivianne Schnitzer
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Contacto (inglés): Laura Bailey
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