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ANN ARBOR, Michigan.— Un equipo de arqueólogos ha encontrado los restos del fuerte europeo más antiguo al interior de Estados Unidos y con él nuevas pistas sobre el comienzo de la era colonial y las razones muy humanas que arruinaron los sueños españoles de oro y gloria.
El capitán español Juan Pardo y sus hombres construyeron el Fuerte San Juan al pie de los montes Apalaches en 1567, casi veinte años antes de la “colonia perdida” de Sir Walter Raleigh en Roanote y casi cuarenta años antes de que el asentamiento de Jamestown estableciera la presencia inglesa en la región.
“El Fuerte San Juan y otros seis que en conjunto se extendían desde las costas del sur de Carolina al este de Tennessee estuvieron ocupados por menos de dieciocho meses antes de que los indígenas norteamericanos los destruyeran, matando a todos los soldados menos uno de las guarniciones”, dijo el arqueólogo Robin Beck de la Universidad de Michigan.
Beck, profesor asistente en el Departamento de Antropología de la UM y curador asistente del Museo de Antropología de la UM, trabaja con los arqueólogos Christopher Rodning de la Universidad Tulane y David Moore del Colegio Warren Wilson en la excavación del sitio, cerca de la ciudad de Morganton, en el oeste de Carolina del Norte y a casi 480 kilómetros de la costa atlántica.
El sitio Berry, así llamado en honor del cuidado provisto por los terratenientes James y la difunta Pat Berry, está ubicado junto a un tributario del río Catawba y allí estuvo la aldea indígena de Joara, pate de la cultura mississipiana constructora de montículos que floreció en el sudeste de EE.UU. entre los años 800 y 1500 de la era común.
En 2004, con apoyo de la Sociedad National Geographic y la Fundación Nacional de Ciencia, Beck y sus colegas comenzaron a excavar varias de las casas ocupadas por los soldados españoles en Joara, donde Pardo levantó el Fuerte San Juan. Pardo dio a su pequeña colonia de casas españolas el nombre de Cuenca, su pueblo natal en España. Pero los restos del fuerte mismo no se habían descubierto hasta el mes pasado.
“Hemos sabido por más de una década dónde vivían los soldados españoles”, dijo Rodning. “Este verano procurábamos averiguar más acerca del montículo mississipiano en Berry, levantado por la gente de Joara, y en cambio descubrimos una parte del fuerte. Para todos nosotros fue un momento incomparable”.
Los arqueólogos, que usaron una combinación de excavaciones de gran escala y técnicas geofísicas como la magnetometría, la cual proporciona imágenes de lo que yace bajo la superficie como si fuesen rayos X, lograron identificar secciones de la fosa o zanja defensiva del fuerte, lo que es probablemente un bastión de una esquina de fuerte, y una superficie cubierta con grava que formó la entrada a la guarnición. Las excavaciones en la fosa a fin de junio revelaron que había sido una zanja grande con forma de V de 1,65 metros de profundidad y 4,5 metros de ancho. Los artefactos españoles recuperados este verano (hemisferio norte) incluyen clavos y tachuelas de hierro, mayólicas españolas y un gancho de hierro del tipo usado para sujetar jubones y vainas de espada al cinturón.
El Fuerte San Juan fue la primera y más grande de las guarniciones que fundó Pardo como parte de un esfuerzo ambicioso para colonizar el sur de América del Norte. Pedro Menéndez de Avilés, quien había establecido las colonias de San Agustín, en 1565, y de Santa Elena, en 1566, encabezó ese esfuerzo. De las seis guarniciones que construyó Pardo, Fuerte San Juan es la única descubierta hasta ahora por los arqueólogos.
Durante el breve período de la presencia española en Joara, anotó Beck, los exploradores buscaban oro pero nunca lo encontraron. Y sin embargo el oro estaba allí: a comienzos de los años 1800 los estadounidenses que se asentaron en la región encontraron tanto oro en plena superficie cerca de los ríos que se usó una pepita de 7,7 kilogramos para mantener abierta una puerta, y se estableció una casa de acuñación en Charlotte en el comienzo de la primera “fiebre del oro” de la historia de Estados Unidos.
Si los pobladores de Joara hubiesen dado más tiempo para que los soldados de Pardo descubrieran ese oro probablemente España habría lanzado una invasión colonial en gran escala en el área, Inglaterra habría tenido dificultades para establecer una cabecera de playa en Jamestown, y toda la parte sur de lo que ahora es Estados Unidos se habría convertido en parte de América Latina.
¿Por qué los mississipianos se libraron de los españoles tan rápidamente”.
Beck y sus colegas argumentan que, originalmente, los españoles hicieron canje con los nativos por comida.
“Los soldados creyeron que, porque los nativos aceptaban los obsequios, eso significaba que eran sus súbditos”, dijo Beck. “Pero para los nativos era, simplemente, un intercambio. Cuando a los soldados se les acabaron los regalitos igual esperaban que los indígenas seguirían alimentándolos. Para entonces los soldados también habían cometido lo que los documentos describen como ‘indiscreciones’ con las mujeres nativas lo cual puede haber sido otra razón para que los hombres nativos decidieran que los españoles debían irse. En resumen que la comida y el sexo fueron, probablemente, dos de las razones principales para la destrucción de los asentamientos y fuertes españoles”.
“El significado del Fuerte San Juan se extiende mucho más allá del pie de monte en las Carolinas”, dijo Moore. “Los acontecimientos en el Fuerte San Juan representan un microcosmos de la experiencia colonial en todo el continente. El fracaso de España creó una oportunidad que Inglaterra explotó en Jamestown en lo que comenzó la familiar historia de la frontera norteamericana. Para los nativos americanos, sin embargo, éste fue el comienzo de una reconfiguración a largo plazo, a menudo trágica, de su mundo precolonial”.