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Estudio indica falta de exámenes cognitivos en ancianos con indicios de demencia

05/12/2014

Un estudio de la UM encontró que más de la mitad de los ancianos con indicios de demencia no han consultado un médico por este problema, y señala la necesidad de exámenes cognitivos gratis bajo Medicare

ANN ARBOR, Michigan.— A pesar de claros indicios de pérdida de memoria y otros problemas congnitivos, más de la mitad de ancianos con estos síntomas no han consultado a un médico sobre ellos, según un nuevo estudio publicado por internet en Neurology, la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología.

El estudio de investigadores de la Universidad de Michigan y sus colegas, indica que en Estados Unidos aproximadamente la mitad de los 1,8 millones de personas mayores de 70 años y con demencia podrían no haber sido evaluados por proveedores de cuidados médicos acerca de síntomas cognitivos, y por tanto desconocen causas modificables de su deterioro del pensamiento o la memoria.

Según el estudio, los ancianos casados y aquellos con los peores niveles de síntomas de demencia son los más propensos a tener una evaluación de memoria y capacidad de pensamiento por parte del médico de cuidado primario, un neurólogo o un psiquiatra. El estudio incluyó desde personas con un deterioro cognitivo moderado a personas con demencia grave, debidos a todas las causas.

“La evaluación temprana y la identificación de las personas con demencia puede ayudar a que reciban atención más pronto”, dijo el autor del estudio Vikas Kotagal, quien atiende pacientes en el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan y es profesor asistente en el Departamento de Neurología de la Escuela de Medicina en la UM. “Ello puede ayudar a que las familias hagan planes para el cuidado, ayuden con las tareas cotidianas incluída la administración observada de medicamentos, y estén atentos por los problemas que puedan ocurrir en el futuro. En algunos casos, estas intervenciones pueden mejorar sustancialmente la calidad de vida de la persona”.

Kotagal dijo que los resultados de este estudio tienen implicaciones tanto para el cuidado primario de la salud como para el cuidado por par

te de especialistas.

“El reconocimiento del deterioro cognitivo en los individuos de mayor edad es importante, y los médicos deberían explorar las razones por las cuales ha ocurrido la demencia, comunicado sus conclusiones claramente a los pacientes y miembros de la familia de manera que puedan salir del consultorio llevándose esa información”.

Acerca del estudio

El estudio fue parte de un estudio más amplio, representativo en el ámbito nacional, y basado en la comunidad llamado Estudio de Salud y Jubilación, centrado en el Instituto de Investigación Social de la UM. A partir de ese estudio se evaluó a 856 personas mayores de 70 años de edad para detectar demencia, incluida una entrevista por video y una prueba estándar. Por cada participante también se formularon preguntas a un cónyuge, hijo u otra persona que conociera bien al participante para saber si habían consultado jamás un médico por preocupaciones acerca de la memoria o el pensamiento.

Un total de 297 participantes cumplían con los criterios de demencia. De estos, el 45 por ciento había consultado con un médico por sus problemas de memoria, y cuanto más graves los problemas, más probable fue que hubieran tenido una evaluación. Por comparación el 5 por ciento de los individuos con problemas de memoria y pensamiento que no cumplían con los criterios para demencia, había sido examinado por un médico por estos asuntos, y el 1 por ciento de las personas con destrezas de memoria y pensamiento normales, había tenido los exámenes.

Las personas casadas resultaron dos veces más propensas a haber tenido evaluaciones cognitivas que las personas solteras.

Kotagal dijo que es posible que los cónyuges se sientan más cómodos para hablar con los proveedores de cuidado de salud acerca de sus preocupaciones sobre la esposa o el esposo, dijo Kotagal. “Otra posibilidad es que los ancianos solteros puedan ser más renuentes a compartir sus preocupaciones con el médico si les preocupa el impacto que ello pueda tener sobre su independencia”.

Otros factores demográficos, incluidos raza, status socioeconómico, el número de hijos, y si los hijos viven ceca del paciente, no tuvieron un efecto en cuanto que las personas tuviesen o no tuviesen evaluaciones cognitivas.

“Nuestros resultados muestran que el número y proximidad de los hijos no sustituye el tener un cónyuge a cargo del cuidado diario cuando se trata de buscar la asistencia médica por problemas de memoria de un ser querido”, dijo Kotagal.

Próxima parada: Averiguando el porqué

Si bien el estudio no responde la pregunta de por qué las personas con señales de demencia no reciben exámenes, Kotagal indica que pueden estar involucrados muchos factores, algunos motivados por el paciente, otros por los médicos, y otros factores debidos a la naturaleza de nuestro sistema de salud.

Muchos pacientes y médicos, añadió, quizá tienen la percepción de que los exámenes cognitivos clínicos no tienen valor suficiente. Pero los expertos han mostrado que esos exámenes pueden mejorar los resultados médicos y pueden ayudar en la reducción de los costos sociales. Por ejemplo, el saber que un infarto o problemas vasculares en el cerebro han causado la demencia significa que el paciente puede hacer algo para controlar los factores de riesgo como la presión arterial que, de otra manera, pueden hacer que la demencia empeore.

El paso siguiente en la investigación de este asunto es determinar por qué los pacientes no tienen los exámenes y qué partes del proceso de diagnóstico son más valiosas para los pacientes y quienes cuidan de su salud.

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