ANN ARBOR– Por décadas, las profesoras de Universidad de Michigan Ruth Behar y Silvia Pedraza han añorado la reapertura de las embajadas del país que las vio nacer y que dejaron hace tantos años cuando se mudaron con sus respectivos padres a Estados Unidos después de la Revolución Cubana.

“Estoy encantada con la noticia de la reapertura de las dos embajadas será tan pronto,” dijo Silvia Pedraza, profesora de  sociología y de Cultura Estadounidense en U-M. “Me había imaginado que tomaría mucho más tiempo.”

“Este es un día histórico,” añadió Ruth Behar, quien con el poeta inaugural Richard Blanco recientemente lanzaron el blog bilingüe Puentes Hacia/Desde Cuba: Levantemos el embargo emocional.

El miércoles, en conferencia de prensa con el vicepresident Joe Biden, el Presidente de EE.UU anunció que Cuba y Estados Unidos abrirán sus respectivas embajadas en la Habana y Washington el próximo 20 de julio después de medio siglo de aislamiento.

“El abrir la embajada de Cuba en Washington D.C. y la embajada estadounidense en la Habana no sólo es un acto simbólico sino un importante primer paso en el pavimentar la carretera para una nueva era de relaciones entre ambos países. Como el Presidente Obama dijo, hay muchas diferencias por negociar pero es tiempo de una política que mire al futuro en vez del pasado y que cree oportunidades para que los Cubanos prosperen y para que los Estadounidenses se relacionen con una isla que tiene un legado cultural tan rico.”

En un reciente carta de opinión, escrita en conjunto con Leon Poblete, un estudiante de doctorado en la escuela de negocios de la Universidad de Uppsala University, Suecia e investigador visitante en la U-M, Pedraza analiza el impacto que el reestablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los países tendrá para ambos.

“En primer lugar, se descompone el  enorme aislamiento en que los cubanos han vivido durante medio siglo. Esto abrirá canales de comunicación y participación para el pueblo cubano y les permitirá comparar otros modos (de vida),” dijo añadiendo que las familias separadas debido a la revolución serán reunidas (a través de las remesas de familiares que viven en el extranjero) por su pasado común.

“Los aventureros llegarán, pero también lo harán ideas sobre la importancia de la democracia y la independencia económica. Ambos se beneficiarán: Cuba se beneficiará económicamente, los EE.UU. políticamente. Cuba ya no será una espina en el costado de los EE.UU. o un enemigo que lleva la carga de otros países latinoamericanos.”