ANN ARBOR– Dos investigadores de Universidad de Michigan están liderando esfuerzos para descifrar el misterio de la repentina muerte de unos 75 monos aulladores en los bosques tropicales del suroeste de Nicaragua, además de recientes muertes inexplicables de los simios en Ecuador y Panamá.
“Es muy, muy, muy inusual ver esta cantidad de monos enfermos a la vez y ver esta cantidad de monos muertos a la vez”, dijo la ecologista Kimberly Williams-Guillén, profesor visitante en la Escuela de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la U-M quien ha estudiado los monos aulladores silvestres en Nicaragua desde 1999.
“No sabemos por qué ocurre esto, y necesitamos saber, así que estamos armando un equipo de expertos para poner a prueba todos los escenarios posibles en los tres países donde se han reportado muertes de aulladores”, añadió Liliana Cortés-Ortiz, profesora asociada de investigación en el Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la U-M que estudia la evolución de los primates.
Williams-Guillén también es la directora de ciencia de la conservación de
Paso Pacífico, una organización no lucrativa que trabaja en los bosques del Pacífico de Nicaragua. Dijo que su grupo ha confirmado al menos 75 muertes reportadas por los propietarios de Nicaragua y agentes forestales, 70 de ellas desde mediados de enero.
Williams-Guillén planea regresar a Nicaragua en unos pocos días para investigar las muertes de los monos y buscar otros aulladores enfermos o que hayan fallecido recientemente.
En esta primera etapa, los investigadores tienen cuatro hipótesis que les gustaría investigar como causantes de las muertes:
- Sequía o algún otro tipo de estrés ambiental que resulta de la falta de alimentos o agua
- Intoxicación por la ingestión de plantas que contienen altos niveles de compuestos tóxicos
- Pesticidas o alguna otra forma de contaminación ambiental
- Un patógeno tal como un virus transmitido por mosquitos como la fiebre amarilla o Zika.
Cortés-Ortiz ha estudiado monos aulladores en México, Panamá y Perú y es la coordinadora regional mesoamericana del Grupo de Especialistas en Primates, que forma parte de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
“Es muy importante llevar a cabo las pruebas y análisis adecuados para identificar la causa de muerte de estos monos aulladores y para entender si las muertes en los diferentes países están relacionadas”, dijo. “Al mismo tiempo, tenemos que evitar la especulación infundada y esperar hasta que tengamos información sólida.”
El examen de algunos de los monos muertos por el equipo de Paso Pacífico mostraron una deshidratación leve, y los animales tenían el estómago lleno, lo que ayudaría a desmentir la falta de alimentos o agua como la causa primaria de la muerte, Williams-Guillén dijo.
Los investigadores esperan recoger muestras de tejidos de monos aulladores muertos y ver si encuentran presencia de diversos agentes patógenos, incluyendo el virus de la fiebre amarilla y Zika, que están relacionados. Esas pruebas se llevarán a cabo en uno de los centros asociados, no en la Universidad de Michigan.
Mientras que los monos aulladores son conocidos por ser muy susceptibles al virus de la fiebre amarilla, la enfermedad no ha sido reportada en Nicaragua desde hace muchos años. Y mientras que Nicaragua ha informado de más de dos docenas de casos humanos de Zika hace poco, no se sabe si el virus Zika enferma a los monos, dice Williams-Guillén.
“No tenemos ninguna evidencia de que estas muertes de monos aulladores se deben al virus Zika,” dijo. “Aún así, es legítimo hablar de Zika en este contexto porque es una enfermedad infecciosa emergente que recientemente se ha detectado en el mismo país en el que estamos encontrando estos primates muertos.”
Los investigadores de la U-M colaborarán con investigadores de varias universidades estadounidenses y latinoamericanos que analizarán las muestras de sangre y tejidos. Pero antes de eso se pueda hacer, se deben superar diversos obstáculos regulatorios.
Este mes, Paso Pacífico solicitó un permiso de investigación del Ministerio de Medio Ambiente de Nicaragua. El permiso incluye lenguaje que permitiría al grupo recoger muestras de los monos aulladores muertos y enviarlos fuera del país para el análisis, dijo Williams-Guillén.
Serán necesarios otros permisos para exportar las muestras de Nicaragua y enviarlas a Estados Unidos. Los permisos de importación requerirán la aprobación de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades y el US Fish and Wildlife Service. El Fondo de Conservación de Disney ha proporcionado ayuda de emergencia a Paso Pacífico para pagar los estudios.
Los monos aulladores en Nicaragua, Panamá y Ecuador no están considerados como especies amenazadas o en peligro. Sin embargo, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza recientemente los clasificó como “casi amenazado”, en gran parte debido a la pérdida y fragmentación del hábitat, según Cortés-Ortiz.
Grandes mortandades de monos aulladores podrían dar lugar a la extinción de la población local, lo que incidiría en los bosques secos tropicales en las que viven los primates, dijo Cortés-Ortiz. Los monos aulladores son comedores de frutas y dispersan las semillas de la planta cuando defecan, ayudando a mantener la salud de los bosques.
Liliana Cortés-Ortiz