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Laura Bailey
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Ann Arbor– Tres comidas bajas en carbohidratos en 24 horas disminuyen la resistencia a la insulina después de las comidas en más del 30%, mientras que las comidas ricas en carbohidratos mantienen la resistencia a la insulina, una condición que conduce a la hipertensión arterial, prediabetes y diabetes, según un estudio de la Universidad de Michigan.
El estudio también encontró que dos horas de ejercicio de intensidad moderada, que se supone debe disminuir la resistencia a la insulina y niveles de azúcar en la sangre, no tiene ese resultado. Por el contrario, los niveles de azúcar en la sangre aumentaron después del ejercicio, dijo Katarina Borer, profesora en la Escuela de Kinesiología e investigadora principal en un estudio realizado con el estudiante de doctorado Po-Ju Lin, ahora en la Universidad de Rochester Medical Center.
La insulina es una hormona crítica para el metabolismo. La sensibilidad a la insulina se refiere a la capacidad de la insulina para eficientemente regular la glucosa en la sangre para que nuestras células puedan utilizarla como fuente de energía y otras funciones. Si somos resistentes a la insulina, la insulina es menos eficaz en la eliminación de la glucosa de la sangre y el páncreas debe producir más insulina para ayudar. Esto a la larga puede conducir a la diabetes.
La muestra del estudio fue pequeña, dijo Borer, pero los resultados son significativos, en parte, porque refuerzan los resultados de dos estudios anteriores.
En el estudio de la U-M, 32 mujeres posmenopáusicas metabólicamente sanas fueron divididas en cuatro grupos y se les dio comida de 30 o 60 por ciento de carbohidratos con o sin ejercicio de intensidad moderada antes de las comidas. El grupo bajo en carbohidratos mostró una reducción de la resistencia a la insulina después de la tercera comida por la noche, pero el grupo de alto contenido de carbohidratos mantuvo altos niveles de insulina después de las comidas, dijo Borer.
La dieta del grupo de alto contenido de carbohidratos mantuvo el nivel diario de carbohidratos recomendados por los departamentos de Agricultura y de Salud y Servicios Humanos, entre el 45% al 60%.
“Hemos demostrado una reducción aguda, de un día, en la resistencia a la insulina después de la tercera comida baja en carbohidratos consumida por la noche, por lo que se podría argumentar que esta es transitoria e insignificante “, dijo Borer. Sin embargo, afirmó, al menos otros dos estudios en los que se alimentó con comidas ricas en carbohidratos a voluntarios entre 5 a 14 días los resultados fueron preocupantes. Estos individuos desarrollaron un aumento en su secreción de insulina en ayunas y resistencia a la insulina, y un aumento de producción de glucosa por el hígado, lo que produce altos niveles de azúcar en la sangre, y bajó drásticamente la oxidación de grasas, lo que contribuye a la obesidad. Estos fueron los efectos más persistentes que podrían llevar a la prediabetes y la diabetes.
“Lo que es notable acerca de nuestros hallazgos es que muestran que una simple modificación de la dieta para reducir el contenido de carbohidratos de las comidas pueden, dentro de un día, proteger contra el desarrollo de resistencia a la insulina y bloquear el camino para el desarrollo de prediabetes mientras que la ingesta sostenida de las dietas altas en hidratos de carbono -como muestran los dos estudios mencionados- conducen a un aumento de la secreción de insulina en ayunas y a la resistencia. Y aún más sorprendente y asombroso es que el ejercicio antes de las comidas hizo a los sujetos más intolerantes a los carbohidratos, es decir, aumentó los niveles de azúcar en la sangre por la noche.”
El ejercicio no bajó la resistencia a la insulina, lo que sugiere que la reacción a la insulina que los sujetos experimentaron después de la comida de la noche fue impulsado por una respuesta intestinal a los carbohidratos, y no al ejercicio. Pero esto no significa que el ejercicio no influye en la insulina, dijo.
En el futuro, el laboratorio de Borer examinará el horario de las comidas y si el efecto de reducir la insulina puede ser producido por la mañana y si el nivel de azúcar en la sangre disminuye cuando las mujeres hacen ejercicio después de las comidas bajas en carbohidratos.
El estudio, “Third exposure to a reduced carbohydrate meal lowers evening postprandial insulin and GIP responses and HOMA-IR estimate of insulin resistance,” aparece en la edición del 31 de octubre PLOS ONE.
Estudio
Katarina Borer
U-M Kinesiología