ANN ARBOR– Con el verano acercándose a pasos agigantados, niños y adolescentes en todo el país se se preparan para nadar en piscinas, lagos y playas. Sin embargo, algunos padres podrían subestimar el riesgo de que se ahoguen, sugiere una nueva encuesta nacional. Según el estudio, relativamente pocos padres permitirían que sus hijos nadaran sin supervisión en un lago (16%) o en el océano (13%), pero más de un tercio (37%) permitiría a sus hijos nadar sin supervisión en un hogar, hotel o piscina pública de acuerdo a la Encuesta de la Salud Infantil del Hospital C.S. Mott de Niños de la Universidad de Michigan. El informe -basado en respuestas de 1.543 padres de niños de entre 6 a 18 años- también encontró que las probabilidades de que un niño tome clases de natación y nade independientemente dependía de la raza y origen étnico de los padres.
En la encuesta, el 97% dijo creer que tener capacidades básicas de natación es importante para sus hijos y 60% dijo que deseaban que sus hijos fueran mejores nadadores.
El 45% de los padres cuyos hijos pueden nadar independientemente dijo que permitiría al niño estar en una piscina sin supervisión, en comparación con el 14% de los padres cuyos hijos no pueden nadar de forma independiente. “Casi todos los padres encuestados creen que es importante que los niños tengan habilidades básicas de natación, pero sorprendentemente, uno de cada siete permitiría a un niño que no puede nadar independientemente estar en el agua sin supervisión”, dijo Gary L. Freed, el co-director de la encuesta y pediatra en Mott . “Los ahogamientos pueden ocurrir en las piscinas privadas y de los hoteles, así como en los lagos y el océano, incluso en pocas profundidades. Las clases de natación y la supervisión adecuada son fundamentales para asegurar que los niños estén seguros alrededor del agua”. “Muchas familias disfrutan de pasar el tiempo en una piscina o lago en el verano, pero los padres deben ser cautelosos de mantener a los niños seguros alrededor del agua”, añadió. “Los lugares familiares, como una piscina en el patio, pueden proporcionar una falsa sensación de seguridad, pero sabemos que ahogos pueden ocurrir en cualquier lugar, a menudo instantáneamente y en silencio. Recomendamos encarecidamente a los padres que supervisen de cerca a los niños en todo momento, incluso si piensan que su hijo/a es un buen nadador/a”. Los ahogamientos son la segunda causa de muerte relacionada con lesiones entre los niños de uno a 15 años en los EE.UU. Alrededor de 1.000 niños estadounidenses mueren cada año por ahogamiento involuntario y 5.000 reciben atención en un servicio de urgencias por lesiones no fatales relacionadas con el agua, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. En la encuesta, el 55% de los padres blancos dijo que que sus hijos han tomado clases de natación, en comparación con 39% de los hispanos y 37% de los padres Afro-Americanos. Entre las razones se encontró el alto costo de las clases, seguido por que el tiempo o el lugar de las clases no era conveniente, las lecciones no eran una prioridad y las clases no estaban disponibles. En general, aproximadamente tres cuartos (74%) dijo que sus hijos pueden nadar independientemente. Sin embargo, la proporción cambia drásticamente al ver las cifras por raza/etnia: El 80% de los padres blancos dijo que sus hijos pueden nadar independientemente, comparado con el 66% de padres hispanos y 49% de padres Afro-Americanos. Estas diferencias raciales en la proporción de padres que informaron que sus niños tomaron clases de natación reflejan tasas de datos nacionales: los niños Afro-Americanos se ahogan en las piscinas en 5,5 veces más que los blancos. “Sabemos que las clases de natación formales reducen el riesgo de ahogamiento entre los niños, pero algunas familias pueden tener que trabajar más para encontrar oportunidades para que sus hijos se sientan cómodos y confiados en el agua”, dice Freed. “Algunos barrios no tienen una piscina pública y el costo de las clases de natación puede ser una barrera para algunas familias”. Muchas comunidades están abordando estas cuestiones mediante la creación de nuevos programas de natación para hacerlos más accesibles y asequibles. Freed recomienda que los padres consulten con sus parques locales y programas de recreación para ver lo que está disponible en sus áreas. Relacionado: Seis reglas de seguridad que padres e hijos deberían conocer antes de meterse al agua Para más información acerca de los avances y descubrimientos en tecnología, medicina, arte y humanidades de la Universidad de Michigan, visita nuestro sitio web espanol.umich.edu o encuentra @UMichES en Twitter o Facebook.
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