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Ann Arbor, Michigan– Cuando una mujer va al oncólogo, generalmente no está sola. De hecho, un estudio reciente encontró que la mitad de las mujeres tienen al menos tres personas que van con ella, esperan afuera o en la casa para apoyarlas.
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En la mayoría de los casos, estas personas van con el paciente a las citas, toman notas, buscan recursos adicionales y ayudan a sopesar las opciones de tratamiento.
Las mujeres latinas y afroamericanas informaron tener redes más grandes que las mujeres blancas. Las mujeres que estaban casadas o viven en pareja también informaron tener más apoyo. Pero incluso entre las mujeres sin pareja o cónyuge, muchas tenían extensas redes de apoyo, incluyendo hijos, amigos, hermanos, padres y otros familiares.
“Los médicos necesitan reconocer que las mujeres involucran a otras personas en sus decisiones de tratamiento. Estas personas representan un grupo importante al cual proporcionar información sobre las opciones de tratamiento”, dijo Lauren P. Wallner, Ph.D, profesora asistente de medicina general y de epidemiología en la Universidad de Michigan. Wallner es la autora principal del artículo, publicado en la revista Cáncer. “La gente recién diagnosticada con cáncer suele tener miedo y estar abrumada. Tener otra persona para ayudar a procesar la información es importante”.
El estudio encuestó a 2.502 mujeres con cáncer de mama en edad temprana, aproximadamente dos meses después de que se sometieron a cirugía. Se les pidió una lista de individuos específicos que estuvieron involucrados en ayudar a tomar una decisión de tratamiento.
- El 50% dijo tener al menos 3 personas de apoyo
- 20% dijo tener 2 personas
- 10% dijo no tener red de apoyo.
- Casi tres cuartas partes de las mujeres dijeron haber discutido las opciones de tratamiento con estas personas, quienes con frecuencia también asistieron a sus citas.
“Las mujeres de las minorías tienden a tener redes más grandes, por lo que los médicos deben ser conscientes de que puede haber diferencias en el número de personas que los pacientes podrían haber involucrado. Y estas redes van más allá de una pareja o cónyuge”, dijo Wallner.
Las redes de apoyo más grandes se asociaron con más deliberación sobre los tratamientos, lo que podría ser crítico a medida que las opciones de tratamiento se vuelven más complejas. Más deliberación sugiere que las pacientes están pensando los pros y contras, discutiendo con los demás y pesando la decisión cuidadosamente.
“Cuando los pacientes son diagnosticados con cáncer, hay un apuro para pasar al tratamiento. Sin embargo, las pacientes con cáncer de mama en estadio precoz tienen algo de tiempo para decidir sobre su opción de tratamiento”, dijo Wallner. “La idea de que las mujeres están discutiendo sus opciones con su familia y amigos y potencialmente evaluando esa decisión con más cuidado es tranquilizador. La participación de estas redes informales de apoyo podría ser una manera de evitar que las mujeres se apuren” a tomar una decisión, apuntó.
Los investigadores recomiendan que los médicos incorporen a la familia y amigos en la conversación, entreguen información a todos en la sala, así como que suministren información que puede ser compartida con ellos al volver a casa.
Wallner dice que este estudio sugiere la necesidad de ampliar estos materiales escritos para incluir a la familia y amigos que juegan un papel en ayudar a una mujer a entender sus opciones de tratamiento.
“Al considerar estas opciones de tratamiento complejas y pasando por estas decisiones complejas, es beneficioso tener el apoyo de otras personas. Esto ayuda a que las mujeres se sientan apoyadas en sus decisiones”, dice Wallner.
Al mismo tiempo, las mujeres sin una red de apoyo pueden necesitar ayuda adicional o información durante el proceso de decisión, Wallner señala.
“Empieza con algo tan simple como que los médicos pregunten a los pacientes quien está ayudándoles a tomar sus decisiones de tratamiento. Eso puede ayudarles a guiar la conversación, así como entender la cantidad de recursos que el médico provee y a quién comunica esa información “, dice ella.
Autores adicionales: Yun Li, Ph.D.; M. Chandler McLeod, Ph.D., M.S.; Ann S. Hamilton, Ph.D.; Kevin C. Ward, Ph.D.; Christine M. Veenstra, M.D., MSHP; Lawrence C. An, M.D.; Nancy K. Janz, Ph.D.; Steven J. Katz, M.D.; Sarah T. Hawley, Ph.D.
Financiación: National Cancer Institute grant P01CA163233, American Cancer Society grant RSG-14-035-01
Referencia: Cancer, doi: 10.1002/cncr.30848, published online June 22, 2017
Recursos:
University of Michigan Comprehensive Cancer Center, www.mcancer.org
Michigan Medicine Cancer AnswerLine, 800-865-1125
Michigan Health Lab, www.MichiganHealthLab.org