Los expertos están disponibles para conversar con periodistas en inglés. Para entrevistas en español, contacte a Nardy Baeza Bickel: 734-763-0368, nbbickel@umich.edu, (c) (text only) 616-550-4531

Este comunicado ha sido actualizado el 20 de Septiembre.

ANN ARBOR– Un terremoto afectó a México este martes, dejando más de 200 muertos, decenas de heridos y destruyendo edificios en el centro del país incluyendo Ciudad de México. El terremoto se produjo días después de que un terremoto 8.1 afectara a México y Guatemala, y después de que el país se enfrentara a una serie de tormentas tropicales. 

Por su lado Puerto Rico fue dejado a oscuras por Huracán María. Expertos de Universidad de Michigan están disponibles para conversar con periodistas respecto a ambos temas.

Rafael Meza, es un profesor asociado de epidemiología de la Escuela de Salud Pública y es oriundo de México.

Meza ha trabajado en el país con autoridades de salud, enfocándose en la epidemia de diabetes que lo afecta. Dijo que la combinación del huracán Irma, Katie y José y los terremotos son una combinación peligrosa.

“Es una situación difícil ya que las crisis continuas pueden saturar los sistemas de respuesta de emergencia y de salud.

“Si hay muchas víctimas y personas desplazadas, como sucedió después del terremoto de 1985 cuando miles perdieron sus hogares, esfuerzos adicionales deben hacerse para asegurar su salud y bienestar, especialmente si viven en campamentos temporales o de largo plazo o campos de refugiados. Además de proporcionarles acceso a alimentos y a un lugar donde vivir mientras se rehabilitan sus hogares, es necesario hacer que esforzarse en evitar la propagación de enfermedades gastrointestinales, respiratorias y otras enfermedades transmisibles debido a condiciones de hacinamiento e insalubres.

“Desafortunadamente, las consecuencias de estos eventos naturales se sentirán durante muchos años. Y la respuesta inicial debe ser seguida por planes de largo plazo para la reconstrucción y rehabilitación de las víctimas y sus familias.”

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Publicado el 8 de Septiembre

“Esta es una situación muy difícil, un triple golpe de tormentas y terremoto”, dijo Rafael Meza. “La buena noticia es que los mexicanos tienen muy buena infraestructura para responder a los desastres en parte debido a los desastres naturales anteriores, incluyendo el terremoto de 1985. Ha habido un gran esfuerzo para educar a la población sobre la forma de responder, hay campañas en las escuelas, en la costa áreas.

“La educación que la población ha recibido serán útiles en términos de reducir el impacto potencial que estos desastres puedan tener. Por supuesto, si las tormentas son enormes y hay una gran cantidad de daños, esto va a poner más tensión en los sistemas de salud”.

Ben van der Pluijm es un geólogo especializado en terremotos y profesor en el Departamento de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente en la Universidad de Michigan. 

“El terremoto 8.1 de hoy se produce en una región geológica conocida por grandes terremotos. El área representa la región en la que una placa tectónica (llamada Cocos) se sumerge bajo Mesoamérica, un proceso llamado subducción. El terremoto tiene un carácter un poco inusual, ya que no es un terremoto de empuje que es típico de subducción, sino que un terremoto que probablemente refleja la deformación de la placa de subducción mientras se hunde.

“La magnitud es grande para este tipo de terremoto, pero grandes terremotos han ocurrido en el pasado, y lo harán en el futuro. La magnitud de hoy es similar a la del terremoto de México en 1985 a  unos cientos de kilómetros hacia el noroeste, que fue un terremoto de empuje, el cual era mucho más cerca de la Ciudad de México y un poco menos profundo. El impacto del terremoto de 1985 fue mayor, por lo tanto, y antes de la adopción de mejores códigos de construcción. El sismo de hoy golpeó una región con edificios más antiguos que muchas veces no resisten bien los temblores, tales como edificios de ladrillo.

“La energía de un terremoto de esta magnitud se compara a nuestros ensayos de explosiones de ensayo de bomba de hidrógeno de los 1950s.

Jeroen Ritsema, un profesor de geofísica en el Departamento de Tierra y Ciencias del Ambiente, dijo que la distancia de Ciudad de México, así como la profundidad ayudan a entender la magnitud potencial del sismo, a pesar de que las mismas placas tectónicas están involucradas.

“Espero que el terremoto que hoy sea menos perjudicial debido a su relativamente gran profundidad.”

Yihe Huang, profesora asistente en el Departamento de Tierra y Ciencias Ambientales, estudia los mecanismos físicos de los terremotos. Consultada sobre cómo la ola del tsunami producido por el terremoto de hoy se compara con el 2010 terremoto de Chile que provocó alertas de tsunami en 53 países, Huang dijo:

“Si un terremoto de gran magnitud va a generar un gran tsunami o no depende del desplazamiento del fondo marino. El tipo de falla es un factor importante a  El tipo de fallas es un factor importante aquí. El terremoto de 8.8 en Chile fue un megaterremoto que se produjo entre dos placas (placa subducida y placa superior). El movimiento relativo entre estas dos placas causó gran desplazamiento del fondo marino. Pero el terremoto de México es un terremoto normal y ocurrió dentro de la placa subducida, por lo que el desplazamiento del fondo marino no es tan grande. Además, el terremoto de México también fue más profundo y más pequeño.”