ANN ARBOR: La mayoría de las ciudades de Michigan enfrentarán las duras consecuencias del cambio climático, y los grupos ya vulnerables, como ancianos, minorías y niños, se verán afectados de manera desproporcionada, según un nuevo estudio de la Universidad de Michigan.
Los investigadores de la UM incluyeron las proyecciones de temperatura futuras, datos de la superficies impermeables y dosel de los árboles, así como la ubicación de las poblaciones más vulnerables, para crear mapas de vulnerabilidad al calor para en el estado.
Los investigadores esperan estos mapas, que también están disponibles en línea como una herramienta interactiva, ayuden a expertos y organizaciones comunitarias a centrar sus esfuerzos en estrategias que ayuden a amortiguar el golpe del cambio climático, dijo Trish Koman, investigadora de la Facultad de Salud Pública de la UM y primera autora del estudio publicado en Health and Place.
“Queremos destinar recursos para comenzar proyectos para reducir esta vulnerabilidad. Queremos estar seguros de que estamos haciendo todo lo posible para ayudar a los más vulnerables de la comunidad a abordar algunos de estos problemas de justicia climática”, dijo.
“El cambio climático a menudo se siente como algo que está muy lejos. Algunas personas piensan que está en el futuro y que es algo que le está sucediendo a otras personas en otras partes del mundo. El tener un mapa de su propio estado y su propia comunidad puede hacer que esa información se sienta más cercana porque puede ver áreas que conoce que tienen vulnerabilidades especiales.
Los investigadores trabajaron con líderes de organizaciones en Michigan, incluyendo Michigan Lifestage Environmental Exposures and Disease, Community Engagement Core y Detroiters Working for Environmental Justice, para asegurarse de que incluyeron sus preguntas en sus herramientas de visualización.Luego, utilizando una técnica adaptada de California, los investigadores utilizaron datos disponibles públicamente para crear índices de vulnerabilidad al estrés por calor, incluidos datos sobre la cobertura de la copa de los árboles, superficies impermeables (tales como carreteras, aceras y otras estructuras artificiales que son resistentes al agua), ubicaciones de futuros aumentos de temperatura climática y ubicación de poblaciones vulnerables al estrés por calor. También se incluyeron datos geoespaciales de prevalencia de obesidad ajustados por edad, niños y pobreza, todos factores que podrían contribuir a la susceptibilidad y vulnerabilidad al estrés por calor.
“Estrés y vulnerabilidad por calor es algo que podemos planificar. Si pensamos en la ola de calor de Chicago de 1995, o más recientemente en París, sabemos que se producen estas olas de calor. Hay acciones que las comunidades pueden tomar en términos de sus decisiones de uso de la tierra, pavimentación y cobertura de árboles, programas para construir la cohesión social entre poblaciones en riesgo como los ancianos, y una cantidad de ese tipo de cosas”, dijo Koman añadiendo que en California, un herramienta similar llamada Cal EnviroScreen (que está autorizada por ley estatal) se utilizó para asignar fondos a comunidades vulnerables que buscan mitigar el impacto del cambio climático.
En un esfuerzo separado, Koman y sus colegas han encuestado a las autoridades locales de salud pública de Michigan, las cuales aún no han hecho de la preparación para el cambio climático una prioridad.
“El momento de esta investigación es ideal para ayudar a informar la planificación en Detroit en torno a su stock de viviendas asequibles”, dijo Guy O. WIlliams, presidente y CEO de Detroiters Working for Environmental Justice. “Estamos trabajando con la Oficina de Sustentabilidad y otras organizaciones de la ciudad para asesorar sobre la estrategia de nuevas pautas de vivienda. La seguridad y la eficiencia energética de todas las viviendas en la ciudad son cruciales”.
Además de Koman, los autores incluyeron a Gabriela Mentz, Ricardo de Majo, Marie O’Neill y Amy Schultz, todos de la Escuela de Salud Pública de la UM; Natalie Samson, del Departamento de Salud y Servicios Humanos de UM Dearborn; Frank Romo y Peter Swinton del Colegio de Arquitectura y Planificación Urbana Taubman de la UM; Michael Battaglia, Instituto Tecnológico de Michigan; y Kimberly Hill-Knott y Guy Williams, de Detroiters Working for Environmental Justice.
Referencia: MI-Environment: patrones geoespaciales y desigualdad de la vulnerabilidad relativa al estrés por calor en Michigan DOI: 10.1016 / j.healthplace.2019.102228
Proyecto Mi-Environmental: https://michiganview.org/MI_Environment_Tool.html