Luisa Sánchez una estudiante de ciencias políticas y estudios latinos/as en la Universidad de Michigan.
ANN ARBOR—El Secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, decidió otorgar a los inmigrantes venezolanos un estatus de protección temporal durante 18 meses.
Este es uno de varios cambios en la política inmigratoria anunciados por la administración de Joe Biden recientemente.
Silvia Pedraza, profesora de sociología y cultura estadounidense en la Universidad de Michigan, analiza las razones de la designación y sus posibles implicaciones. Su investigación busca entender las causas y consecuencias de la inmigración como un proceso histórico que forma y transforma naciones. Es coautora de “Revolutions in Cuba and Venezuela: One Hope, Two Realities”.
¿Qué es el estatus de protección temporal?
El estatus de protección temporal se inició debido al huracán Mitch, que fue desastroso para Honduras y Nicaragua. La gente perdió sus casas, los animales que criaban, sus fincas, pueblos enteros—todo. Como resultado, se produjo un éxodo enorme hacia Estados Unidos. En ese momento, los Estados Unidos también estaban aprobando la Ley de Inmigración de 1990 y el TPS se integró en ella.
Es tal y como dice: garantiza a las personas un estatus migratorio protegido, de forma temporal. Si tienes el TPS, no eres un indocumentado o un ilegal, pero tampoco eres un residente legal, un titular de la tarjeta verde, ni eres ciudadano. Te concede protección legal durante algún tiempo (a menudo se prolonga repetidamente durante mucho tiempo). Durante ese tiempo, puedes obtener un estatus legal.
Lo que no es: No es una tarjeta de residencia ni una vía de acceso a la ciudadanía. Si encuentras la forma de obtener la residencia o la ciudadanía, puedes permanecer en Estados Unidos. ¿Cómo puedes convertirte en residente de Estados Unidos si llegas sin papeles? De dos maneras: casándose con un ciudadano estadounidense (si el matrimonio es auténtico) o haciendo que un empleador estadounidense le patrocine ofreciéndole un trabajo (si está especialmente cualificado). Así puede obtener la residencia permanente.
Se calcula que unos 300,000 venezolanos viven ahora en los Estados Unidos y se concentran mayormente en el sur de Florida. El estatus de TPS significa que no les hará falta temer que los descubran y los deporten por no tener papeles legales. Pueden dejar de tener miedo. Pueden sentirse apoyados por los Estados Unidos. El estatus de TPS significa que no serán devueltos a sus países a la fuerza debido a la inestabilidad política o social o a los desastres naturales. Pueden sentirse seguros y ser capaces de hacer una nueva vida en los Estados Unidos.
¿Por qué se ha proporcionado el TPS a los venezolanos?
La razón es que Venezuela está viviendo una extraordinaria crisis económica y política. Tanto es así que representantes de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos la han llamado una crisis humanitaria, parecida a la que está viviendo el país de Siria. Los estimados de la Comisión de Naciones Unidas para América Latina es que la economía este año se ha contraído un 30%. Es un 30% menos de PIB. Quienes no están de acuerdo con el gobierno de Nicolás Maduro también sufren la represión política. Y la delincuencia y los homicidios abundan. Por esa razón, es imposible que las personas sigan viviendo allí. Los venezolanos han salido de Venezuela de manera masiva. En los últimos 10 años, alrededor de 5 millones de personas han huido de Venezuela. Eso es alrededor del 18% de la población del país, que es de 28 millones.
Muchos venezolanos han cruzado a Colombia. Tantas personas cruzaron—unos 1,8 millones—que ahora componen alrededor del 4% de su población. El presidente de Colombia, Iván Duque, decidió que era mejor que tuvieran un estatus legal, debido a que ya estaban viviendo y trabajando en Colombia. Hace poco, Duque actuó con gran generosidad, garantizandoles la amnistía. Es probablemente el gesto más generoso que ha tenido lugar en el hemisferio occidental. Inmediatamente después, el presidente Joe Biden también actuó con generosidad, otorgando a los venezolanos en Estados Unidos un estatus de protección temporal.
¿Qué cree que indica esta medida de la administración de Biden respecto a las políticas de inmigración?
El nuevo gobierno de Biden y el nuevo Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, quieren tener una actitud más abierta y menos punitiva hacia los inmigrantes. Cuando era presidente, la postura de Donald Trump era muy punitiva, especialmente hacia los latinos. Su administración buscaba específicamente deshacerse de todos aquellos que venían sin papeles. No creían que realmente nadie estuviera sufriendo de violencia política o persecución. Debido a las profundas crisis económicas de los países de donde vienen los inmigrantes, la administración de Trump pensó que todos eran inmigrantes económicos, solicitando asilo de forma ilegítima.
La administración de Biden quiere tener una posición más abierta. Sin embargo, la pregunta es cuán abiertos pueden ser realmente. Ahora mismo hay miles y miles de niños sin acompañantes que han llegado a la frontera del sur. El gobierno estadounidense se enfrenta a la falta de infraestructura física para hospedarlos, la falta de empleados para procesarlos, la falta de personas con el conocimiento necesario para ayudar a identificar si son inmigrantes políticos o económicos (o ambos). Es primordial estar especialmente pendiente de los menores de edad que han sufrido un gran trauma, por la separación de sus familias. Eso también requiere personas con conocimientos de salud mental, del desarrollo infantil y de la adolescencia.
El problema es muy complejo. No quieren ser punitivos y quieren ser más abiertos. Aun así, no esperaban la ola de personas que acaba de llegar a la frontera del sur.
¿Qué ha implicado la crisis venezolana para la población de Venezuela?
El deterioro económico tiene varios orígenes. Cuando fue presidente, Hugo Chávez quiso un estilo de socialismo diferente, lo que llamó “el socialismo del siglo veintiuno”, que pretendía ser un socialismo sin pobreza al contrario del socialismo de Cuba, que ha empobrecido a la isla. Chávez tuvo la buena suerte de que en esa época el precio del petróleo en el mercado internacional era altísimo, entonces tenía enormes recursos para distribuir en programas sociales para la población empobrecida. Pero luego el precio del petróleo comenzó a bajar hasta llegar a niveles actualmente muy bajos.
Tras la muerte de Chávez en 2013, Nicolás Maduro se encontró con una economía mucho más deteriorada. Pero además, administró mal la economía. No es sólo el bajón del precio del petróleo. No es un gran administrador. Hay quienes remarcan que también ha sido un líder corrupto.
El hecho es que actualmente la economía venezolana se ha contraído, con una reducción del PIB de menos 30%. Eso significa que la gente sufre de hambruna, que no tienen agua potable, que no tienen trabajo, que les faltan bienes básicos, que son sujetos al robo y al crimen, que no pueden vivir con dignidad. Venezuela solía ser un país de inmigrantes, donde la gente se iba a hacer una nueva vida. Trágicamente, ahora se ha convertido en un país de emigrantes. La gente sigue el éxodo masivo porque no hay futuro y no hay presente.
La oposición al liderazgo de Maduro es muy extensa, y una gran parte de ella se ha quedado dentro de Venezuela (al contrario que en Cuba, donde la mayor parte de la oposición se ha ido). Pero están muy fragmentados. No han sido capaces de plantear una solución concreta que sea una alternativa viable a Maduro. De momento, en Venezuela hay dos presidentes: uno es Nicolás Maduro, que afirma que fue elegido de manera legítima; el otro es Juan Guaidó, que es el presidente de la Asamblea Nacional y, con ello, también reclama la presidencia. Los dos líderes se insultan mutuamente, llamando al otro usurpador ilegítimo. Esta presidencia dual es una crisis política increíble.
Los venezolanos están ahora desesperados por salir y encontrar otro lugar donde vivir. Colombia se ha convertido en la alternativa principal, con 1.8 millones de venezolanos viviendo allá. Pero ahora también Brasil, Ecuador, Perú, Panamá y Chile tienen muchos viviendo en esos países. Se calcula que unos 630,000 venezolanos viven ahora en otros lugares de Sudamérica, además de Colombia. Estados Unidos tiene unos 300.000 venezolanos, pero no es una presencia enorme (como lo fue históricamente el éxodo cubano).
Algunos dicen que el TPS sólo es una forma de dejar entrar a los latinoamericanos al país. ¿Qué opina usted?
Fíjate en la lista de países que han estado bajo el TPS—por ejemplo, cuando la Unión Soviética colapsó y 15 nuevos países salieron de ella, todos recibieron el TPS.
Países donde ha habido o hay una guerra civil en curso—por ejemplo, Siria— también recibieron protección del TPS. Países que han sufrido de la destrucción de desastres naturales como huracanes, terremotos, inundaciones y derrumbes, tornados—Haití u Honduras o El Salvador—también fueron protegidos por el TPS.
Con el tiempo, los países se “gradúan” del TPS; por ejemplo, los 15 estados que salieron del colapso de la Unión Soviética ya no están protegidos por el TPS. Los venezolanos acaban de ser añadidos. El senador Bob Menéndez, un demócrata cubanoamericano, estuvo luchando durante mucho tiempo para que los venezolanos recibieran el TPS. Se les acaba de otorgar. Menéndez siempre subraya que la inmigración es el asunto de los derechos civiles de este tiempo.
¿Cree que ésta fue la medida correcta de la administración Biden?
Yo apoyo a Bob Menéndez y sus esfuerzos durante mucho tiempo para conseguir el TPS para los venezolanos. Para ellos, no les queda nada a lo que regresar, necesitan construir una nueva vida en otro lado. Ser indocumentado, sin papeles, es un obstáculo para la vida de las personas. Sin documentos la gente no puede conseguir empleos buenos, no puede conseguir becas para que sus hijos vayan a la universidad, no puede conseguir un préstamo de un banco, no puede comprar una casa. El TPS elimina estos obstáculos y da a los inmigrantes la flexibilidad necesaria para incorporarse a esta sociedad, para hacer una nueva vida en este país. Me alegro por ellos.
¿Tendrá esto un papel en la política futura de Florida, y entre los venezolanos americanos?
Esto será interesante. En estas últimas elecciones, la mayoría de los venezolanos estadounidenses votaron por Donald Trump porque adoptó una posición de línea firme y emitió sanciones muy fuertes hacia Maduro en Venezuela. Él también les dijo que solucionaría el problema de Venezuela. Por eso, una gran parte de la población venezolana que podía votar en las últimas elecciones votó a los republicanos, junto con muchos de los cubanos, nicaragüenses y colombianos, esos inmigrantes cuyas vidas fueron afectadas por el socialismo y el comunismo. Estos emigrantes en el sur de la Florida se sienten muy atemorizados por gente como Nicolás Maduro y el futuro el cual tanto Venezuela como Cuba plantean para América Latina y para este hemisferio.
De todas maneras, los venezolanos ahora tienen TPS y fueron los demócratas quienes se lo dio, no Trump. Él pudo haberlo hecho pero decidió no hacerlo. Entonces, con este gesto de generosidad y ante la ausencia de Trump es muy posible que en las próximas elecciones más venezolanos se acerquen al Partido Demócrata. Es una posibilidad real.
Para mí, independientemente de que voten a los demócratas o a los republicanos, lo más importante es que el TPS les permitirá ahora incorporarse verdaderamente a la sociedad estadounidense, construir una nueva vida aquí. Aun así, lamento que países como Cuba y Venezuela hayan perdido a tantas personas capaces y que amaban a su país. Es una pérdida muy trágica.
Traducido al español por Luisa Sánchez, una estudiante de ciencias políticas y estudios latinoamericanos y caribeños en la Universidad de Michigan.