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Estudio indica enfermedad, infecciones naturales de COVID-19 protegen contra las variantes gamma y delta del SARS-COV-2

30/11/2021

ANN ARBOR: La infección natural con COVID-19 ofrecía protección contra la reinfección cuando predominaban las variantes gamma y delta, según un nuevo estudio de la Universidad de Michigan que también proporciona niveles de anticuerpos necesarios para proteger contra las reinfecciones.

Según el estudio, que se llevó a cabo en un entorno comunitario en Managua, Nicaragua, tener anticuerpos inducidos por infección proporcionó un 69% de protección contra la infección y un 79% de protección contra enfermedades moderadas o graves. El estudio mostró que las segundas infecciones fueron menos graves que las primeras.

El estudio se ha publicado como una versión preliminar mientras se somete a una revisión por pares.

“El curso de la pandemia estará determinado por la calidad y durabilidad de la inmunidad protectora que ofrecen tanto la infección natural como la vacuna”, dijo Hannah Maier, investigadora postdoctoral en la Facultad de Salud Pública de la U-M y primer autor del informe. “Esperamos que tener un correlato inmunológico de la protección inducida por infecciones y una mejor comprensión de la gravedad de las segundas infecciones sirva de base a la política de vacunas y ayude a orientar la selección de poblaciones en riesgo y otras estrategias de mitigación”.

Para su estudio, los investigadores utilizaron el estudio prospectivo de cohorte de influenza en el hogar en curso en Managua, Nicaragua. La cohorte, que comenzó en el 2017,  se estableció para estudiar la influenza en los hogares y se expandió en febrero de 2020 para incluir el estudio de la infección y la enfermedad del SARS-CoV-2. En ella, los participantes se presentan en el centro de salud del estudio a la primera indicación de cualquier enfermedad, donde se les brinda atención primaria. Anualmente, también se toman muestras de sangre para serología en marzo-abril, y en el 2020 se recolectó una muestra adicional a mitad de año para aquellos que dieron su consentimiento. Además para un subestudio de transmisión, los participantes son monitoreados de cerca y examinados independientemente de los síntomas una vez que se haya detectado un caso de SARS-CoV-2 en su hogar. 

Los investigadores utilizaron la reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa en tiempo real (RT-PCR) para determinar una infección. Utilizaron un método llamado ensayos inmunoabsorbentes ligados a enzimas o “ELISA” para determinar los niveles de anticuerpos en la sangre.

Los investigadores encontraron que el 62% de la cohorte era seropositiva para SARS-CoV-2 en marzo de 2021 antes de una gran segunda ola de COVID-19, con predominio de las variantes gamma y delta.  Los investigadores determinaron los niveles de anticuerpos necesarios para prevenir infecciones, enfermedades y enfermedades moderadas o graves. Los niveles necesarios para la protección contra la enfermedad moderada o grave fueron más bajos que los niveles necesarios para prevenir la infección.

Aubree Gordon, otra autora del artículo y profesora en la Escuela de Salud Pública de la U-M, dijo que si bien las segundas infecciones fueron algo menos graves, no fueron tan leves como esperaban y que se necesitará una estrategia de vacunación para aliviar la carga de la pandemia de SARS-CoV-2.

Cuando se le preguntó sobre las nuevas variantes detectadas en Sudáfrica, dijo que a medida que la pandemia del SARS-CoV-2 continúa en su segundo año, la disponibilidad de vacunas sigue siendo muy limitada, particularmente en los países de ingresos bajos y medianos. 

“La aparición de variantes realmente hace hincapié en que la equidad de las vacunas es increíblemente importante. Estamos todos en este mundo, en este barco juntos y realmente necesitamos asegurarnos de que las vacunas lleguen a los países de ingresos bajos y medios”, dijo. “Con ómicron, hay muchas cosas que no sabemos. Anticipamos que la protección será menor que la que vimos para este estudio”.

Gordon es miembro de una junta asesora de Janssen. El trabajo cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de Salud y una subvención de Open Philanthropy.

Además de Maier y Gordon, los autores incluyen a John Kubale, también investigador de la Escuela de Salud Pública de la U-M; Angel Balmaseda, Sergio Ojeda, Nery Sanchez, Miguel Plazaola, Roger Lopez, Saira Saborio, Carlos Barilla y Guillermina Kuan, todos con el Instituto de Ciencias Sostenibles, Managua, Nicaragua. Balmaseda, López, Saborio y Cristiam Cerpas también trabajan en el Centro Nacional de Diagnóstico y Referencia en el Ministerio de Salud, mientras que Ojeda y Kuan también trabajan en el Centro de Salud Sócrates Flores Vivas en el Ministerio de Salud, Managua, Nicaragua. Eva Harris y Harm van Bakel, trabajan en Monte Sinaí, Escuela de Salud Pública, Universidad de California, Berkeley.

Preprint: An immune correlate of SARS-CoV-2 infection and severity of reinfections

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