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Calidad de la relación entre padre e hijo es igual de importante que la conexión con la madre

18/06/2022

ANN ARBOR — Ante la llegada del Día del Padre—es mañana, y esperamos que se haya recordado de conseguir y regalar algo más que una corbata o unas medias—sus funciones como padres han cambiado para participar más en la crianza de sus hijos.

Brenda Volling, psicóloga de la Universidad de Michigan que ha estudiado a los padres durante décadas, dijo que se ha demostrado a través de investigaciones la importancia que tienen los padres—y no sólo las madres—en el desarrollo emocional de sus hijos.

 

¿Cómo se han adaptado los hombres a los cambios en su papel/identidad?

Creo que ser padre siempre ha sido fundamental para el desarrollo de la identidad de los hombres. Convertirse en padre es un gran evento para los hombres, así como para las mujeres, y la mayoría de los hombres no asumen sus responsabilidades como padres o como “buen padre” de manera casual.

Me parece que lo que ha cambiado es la forma en que la sociedad ha empezado a permitir que los hombres puedan ser padres, no necesariamente es que ha cambiado la centralidad del papel de la paternidad en el desarrollo de la identidad de un hombre. Los hombres son libres a asumir esa parte de su identidad y que sean padres de sus hijos sin que los demás sospechen o juzguen, e incluso que esperen que los hombres dediquen más tiempo a sus hijos. Todavía nos queda mucho camino por recorrer.

Me gustaría llegar al punto en el que los hombres puedan ser padres en público y la gente no se quede asombrada y piense “mira ese muchacho, de verdad hace cosas con sus hijos, ¡guau!”. Los hombres son perfectamente capaces de calmar a los niños cuando lloran, de aconsejarlos y de ofrecerles lecciones de vida. Sólo hay que dejarles hacerlo.

 

¿Las madres han sido más receptivas a que los padres asumieran más responsabilidades en la crianza de los hijos? En otras palabras, ¿están renunciando a algunos deberes para compartir el trabajo doméstico de forma equitativa?

Esta es una buena pregunta y no estoy segura del punto en el que nos encontramos. Hemos visto un aumento en la investigación sobre la co-crianza, la capacidad de dos padres para trabajar juntos mientras crían a sus hijos, y lo que sabemos de este trabajo es que cuando los hombres y las mujeres se apoyan mutuamente, tienen matrimonios más satisfactorios, reportan una mejor salud mental, menos estrés en la crianza, y sus hijos tienen un mejor bienestar social y emocional.

Recientemente leí un post en un blog de paternidad sobre las “mamás mártires”, y la siguiente historia, que de ser cierta, me indica que nos queda mucho camino por recorrer. Supuestamente, una madre estaba atendiendo a su hijo pequeño enfermo, que se quedó dormido encima de ella. Cuando se dio cuenta de que tenía que orinar, no sabía qué hacer, así que llamó a su marido para que le trajera un pañal. Decidió orinar en el pañal ella misma en lugar de permitir que su marido, el padre de este niño, se llevara al niño para que ella pudiera ir al baño. Supongo que la noción en esto es que sólo una madre puede saber cómo de verdad cuidar a su hijo y ser la única que puede hacerlo. Sabemos que esto no es cierto.

 

Es una situación interesante. Entonces, ¿qué importancia tiene el papel del padre en el desarrollo del niño?

Varios investigadores llevamos casi cuatro décadas investigando la paternidad y el desarrollo de los hijos y los resultados son muy claros. Lo que los padres hacen con sus hijos, y no sólo en cuanto al tiempo que están con ellos, es increíblemente importante para un desarrollo infantil saludable. Lo que realmente importa es la calidad de las relaciones del padre con sus hijos.

¿Se toma el tiempo de escuchar a sus hijos para que aprendan a ser empáticos, o juega y bromea con ellos para que entiendan cómo asumir funciones en las relaciones sociales y la importancia del humor? ¿Les lee y les enseña a hablar, o les enseña a ser persistentes y a tolerar la frustración cuando las cosas no siempre salen como ellos quieren? Éstas son habilidades de crianza que favorecen el desarrollo y que, si cualquier persona, sin importar el género, se dedica a ello con sus hijos, apoyará un desarrollo infantil saludable.

Todavía hay quienes creen, incluso muchas de nuestras agencias de servicios sociales, que la única contribución que puede hacer un hombre para mantener a los niños es la económica. Esto es erróneo. Los niños forman vínculos emocionales profundos con sus padres y con sus madres, y cuando están vinculados emocionalmente a ambos padres, les va mejor y tienen menos trastornos emocionales y de comportamiento.

 

Explique los retos a los que se enfrentan los padres hoy en día, como la crianza de una familia durante la pandemia o las cargas financieras derivadas del aumento de los gastos de vivienda. ¿Se sienten saturados y/o estresados?

Por supuesto, se sienten saturados y estresados si se quedaron en casa con sus hijos durante la pandemia. Se preocupan por la salud y la seguridad de sus familias, y tratan de balancear el trabajo y la vida familiar, pero lo hacen en un solo espacio.

He visto una gran cantidad de noticias sobre cómo las mujeres han tenido que asumir la mayor parte de la carga del cuidado de los niños durante la pandemia y pienso firmemente que es así porque en nuestra sociedad todavía esperamos que las mujeres sean las proveedoras principales de cuido. Hasta que no tengamos claro que tanto los hombres como las mujeres son capaces de cuidar a los niños, esta desigualdad seguirá existiendo. Pero la idea de que los padres no estaban allí cuidando de sus familias durante la pandemia creo que es ridícula.

Sinceramente, me gustaría llegar a un punto en el que no enfrentemos a los hombres con las mujeres en el ámbito de la crianza de los hijos, en términos de quién hace más, sino que empecemos a pensar en las familias; qué es lo que los padres, hombres y mujeres, o los abuelos y otros miembros de la familia deben hacer juntos para cuidar de los niños. Algunos días eres tú, otros días soy yo, pero al final, somos todos los que procuramos hacer lo mejor que nos es posible para criar a esos niños.

 

Usted ha estudiado el desarrollo infantil durante muchos años y la mayor parte de la investigación se ha centrado en la relación entre madre e hijo. ¿Ha visto un cambio en la investigación sobre las relaciones entre padre e hijo?

Definitivamente creo que estamos viendo un cambio en la investigación y de hecho más estudios están incluyendo a los padres, o al menos, los investigadores están reconociendo las limitaciones de los estudios de sólo madres cuando los padres no han sido incluidos. Pero, en mi opinión, la situación sigue siendo bastante lamentable, ya que la inclusión de los padres en la investigación suele ser opcional o una consideración posterior, en lugar de considerarse una forma de avanzar en la ciencia de la crianza de los hijos.

Soy una científica, así que tener datos lo es todo. Si no incluimos a los padres en los estudios de investigación, no tenemos datos, y si no tenemos datos, entonces nos vemos limitados en las preguntas que podemos hacer sobre la crianza de los hijos. Si sólo tienes datos sobre las madres, entonces supongo que tienes que preguntar qué importancia tiene para los niños que las madres hagan esto o aquello frente a lo que ocurre cuando la familia y los múltiples cuidadores hacen esto, aquello y algo totalmente diferente (por ejemplo, la co-crianza).

La próxima generación de científicos del desarrollo está comenzando a darse cuenta de lo limitada que es esta investigación para responder a las preguntas sobre la crianza y el desarrollo de los niños. Veo que cada vez hay más académicos jóvenes que asumen este reto y en verdad es gratificante ver el compromiso.

 

Traducido al español por Luisa Sánchez, una estudiante de ciencias políticas y estudios latinas/os en la Universidad de Michigan.

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