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Experta: Los residentes de EE. UU. no aprecian las contribuciones de los inmigrantes

27/09/2024

P&R DE EXPERTA

Las muy polarizadas discusiones sobre inmigración entre los partidos políticos han llevado a una falta de apreciación del trabajo realizado por quienes vienen a este país, según afirma una profesora de la Universidad de Michigan.

Silvia Pedraza

Silvia Pedraza

Silvia Pedraza, profesora de sociología y cultura americana en la U-M, dice que a pesar de la desinformación por parte de algunas personas, los estadounidenses no están perdiendo empleos ante los inmigrantes.

“Más bien, ellos están tomando los trabajos que los estadounidenses no quieren y contribuyendo muy bien a nuestra economía y sociedad”, dijo Pedraza, quien aborda los temas de inmigración a continuación.

¿Cuáles son los factores significativos que impulsan la inmigración hoy en día?

En los estudios de migración, hablamos de los factores de empuje en el país de origen y los factores de atracción en el país de destino.

Pensando en los factores de empuje, América Latina siempre ha sido la vecina cercana de EE. UU., pero solo recientemente hemos visto multitudes de personas de varios países en la frontera, esperando ingresar a EE. UU., incluso de manera ilegal.

En la década de 1950, muchos países de América Latina estaban a las puertas de ingresar al mundo desarrollado, entre ellos Cuba, Venezuela, Argentina, Chile y Colombia. Hoy en día, las condiciones económicas y políticas en esos países se han deteriorado tanto que sus jóvenes ciudadanos bien educados ya no ven un futuro en su país, la patria que aman. Desesperadamente intentan irse, esperando llegar a EE. UU. para encontrar una vida mejor.

Pensando en los factores de atracción, la tasa de natalidad de la población blanca dominante en EE. UU. ha estado disminuyendo constantemente desde la década de 1960. La tasa de natalidad de la población afrodescendiente no ha caído tanto, pero las tasas de encarcelamiento en este grupo son muy altas. En las últimas décadas, la población asiática ha llegado a EE. UU. debido a la Ley de Inmigración Profesional de 1990, que estaba dirigida a profesionales bien educados como médicos, enfermeras y operadores de computadoras para trabajar en el país. Además, el nivel de educación de todos los estadounidenses ha aumentado notablemente, hasta el punto de que un título universitario es una necesidad para ingresar a la clase media.

El resultado es que hay una escasez de estadounidenses dispuestos a trabajar en varias industrias de bajos salarios, como la agricultura, la construcción y el sector de servicios, especialmente en el sector de cuidado de niños y ancianos. Por lo tanto, los inmigrantes vienen a trabajar en esas industrias, donde las horas son largas y el pago es bajo. No tenemos un alto aprecio por su trabajo y los vemos como si estuvieran quitando empleos a los estadounidenses.

¿Cuál es la mejor manera para que Estados Unidos maneje el proceso de inmigración?

La sociedad estadounidense está tan polarizada políticamente que no veo a demócratas y republicanos acordando en nada, mucho menos en inmigración. Los republicanos están tratando de usar el tema de inmigración como munición contra los demócratas, culpándolos por todas las personas en la frontera. Es sorprendente porque hubo un paquete bipartidista de seguridad fronteriza a principios de este año que los republicanos bloquearon después de sentir presión del expresidente Trump.

El plan hubiera reducido los cruces fronterizos y dificultado que los inmigrantes calificaran para el asilo. Antes de retirarse de la carrera presidencial, el presidente Biden había respaldado el proyecto de ley. Este es el tercer intento de reforma migratoria que falla desde principios de los 2000 debido a la incapacidad del Congreso de reunir suficiente apoyo bipartidista en ambas cámaras. No se resolverá nada antes de las elecciones de noviembre.

Los niveles muy altos de personas indocumentadas que viven y trabajan entre nosotros son un problema. Primero, es un problema para los indocumentados porque sus vidas están envueltas en miedo y dependen de la misericordia de extraños. Segundo, es también un problema para todos los demás porque tantas personas dispuestas a trabajar por bajos salarios y en condiciones difíciles deprimen los salarios de los demás y evitan que los trabajos mejoren.

¿Cuál sería una política de inmigración ideal? Una que incluya no solo las deportaciones de personas que vinieron aquí a vivir y trabajar ilegalmente, sino también una que permita a las personas venir a EE. UU. a vivir y trabajar legalmente. Es decir, podemos ser estrictos con aquellos que intentan entrar ilegalmente, pero deberíamos hacerlo solo si al mismo tiempo les permitimos venir de forma legal.

El reciente programa de libertad condicional humanitaria que diseñaron el presidente Joe Biden y el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas tiene esas cualidades. Permite que muchos estadounidenses comprometidos y sus instituciones (como iglesias y sinagogas) se conviertan en patrocinadores de inmigrantes que aportarán valor a este país, como siempre lo han hecho, tanto económica como socialmente.

Actualmente, el programa abarca a nicaragüenses, venezolanos, cubanos y haitianos, cuyas patrias están gravemente afectadas políticamente. Debería extenderse para incluir a otras nacionalidades, especialmente porque depende de la capacidad de los patrocinadores para ser responsables de ellos.

¿Existe alguna idea errónea sobre la inmigración que encuentres en tu investigación?

La idea errónea más común es cuando le señalé a un colega blanco que ellos también tienen una historia familiar de inmigración y que su familia también vino de otro país. De inmediato están de acuerdo, pero pronto dicen: “Sí, pero ellos vinieron aquí legalmente”.

A esto, les respondo: “Sí, pero ellos vinieron antes de la Ley de Inmigración y Nacionalidad de 1924, el primer conjunto de leyes de inmigración en América. No había leyes que violaran. Vinieron de Irlanda, de Escocia, de Italia, de Polonia, de Europa del Este, con la misma desesperación que tienen hoy las personas que vienen de América Latina, de África, de Asia”.

Nos vendría bien reconocer que la fortaleza de la sociedad estadounidense siempre ha sido que es una nación de inmigrantes. No somos una nación homogénea, sino una nación de personas que trajeron todas sus diversas culturas, experiencias de vida, desesperación y gratitud, y con ello tejieron el tejido que conformó la cultura americana.

Escrito por Jared Wadley de Michigan News, adaptado al español por Juan Ochoa de Michigan News.

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