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Se estima que casi 17 millones de niños y adolescentes en Estados Unidos viven con al menos un padre que tiene un trastorno por uso de sustancias, según un estudio liderado por la Universidad Estatal de Texas, la Universidad de Michigan y la Universidad Estatal de Wayne.
El estudio encontró que el trastorno por uso de alcohol era el principal contribuyente, afectando a 12.8 millones de niños. El trastorno por uso de cannabis fue el segundo más prevalente, afectando a 5 millones de niños, mientras que el trastorno por uso de opioides recetados afecta a más de 1 millón de niños.
En estas categorías, los niños pueden tener padres que luchan con más de un trastorno por uso de sustancias. Los padres con trastornos por uso de opioides también enfrentan mayores riesgos de sobredosis, lo que aumenta los desafíos que enfrentan estas familias.
Journal of Addiction Medicine.
“Estos hallazgos recuerdan a los niños que no están solos. Los casi 17 millones de niños que viven con un padre con trastorno por uso de sustancias deberían enviar una fuerte señal de que es momento de enfocar más atención en los niños y familias afectados por la adicción”, dijo el coautor Sean Esteban McCabe, profesor de enfermería de la U-M y director del Centro para el Estudio de Drogas, Alcohol, Tabaquismo y Salud.
“Nuestro equipo está trabajando en programas basados en la familia para prevenir la transmisión intergeneracional y el círculo vicioso de la adicción”.
El número actualizado representa un aumento del 81% con respecto a estimaciones anteriores, en gran parte debido a los criterios de diagnóstico actualizados en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. La transición de la cuarta edición (DSM-IV) a la quinta edición (DSM-5) introdujo definiciones y criterios revisados para ciertas condiciones, lo que permitió una mejor identificación y guías de diagnóstico más inclusivas.
Por ejemplo, los criterios del DSM-5 y el nuevo enfoque de diagnóstico ofrecen una manera de diagnosticar el trastorno por uso de sustancias entre padres que eran “huérfanos” sintomáticos pero no diagnosticados según el enfoque anterior del DSM-IV.
“El aumento en el número de niños que viven con un padre con un trastorno por uso de sustancias fue una gran sorpresa y destaca la enorme escala de servicios que estos padres e hijos necesitarán para tener éxito”, dijo Ty Schepis, profesor de psicología en Texas State y autor principal del estudio. “Estos niños están en alto riesgo no solo de tener problemas de uso de sustancias propios, sino también de enfrentar desafíos de salud mental e interacciones con los sistemas legales y de bienestar infantil”.
McCabe dice que los hallazgos del estudio se están difundiendo entre diversas audiencias como una forma de llegar a más niños y reducir el estigma para aquellos que viven con un padre con trastornos por uso de sustancias. También indica que las necesidades de los niños afectados por este entorno de vida han aumentado, reforzando la importancia del trabajo de organizaciones en el área, como la iniciativa de Sesame Workshop. Sesame Workshop es la organización global sin fines de lucro detrás de Plaza Sésamo, que se centra en apoyar a los niños pequeños y su círculo de cuidado afectados por la adicción de los padres.
Financiado por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas y realizado en colaboración con la U-M, Texas State, Wayne State y Vital Strategies, el estudio ofrece una visión sobre la cantidad significativa de niños y adolescentes potencialmente expuestos al uso intensivo de sustancias en el hogar. Los hallazgos enfatizan la importancia de llegar a esta población a través de intervenciones específicas para mejorar su salud y bienestar.
El estudio también recibió financiamiento de la Oficina del Vicepresidente de Investigación de la U-M y servirá como un estudio preliminar clave para futuros proyectos que marcarán una diferencia positiva para los niños y sus familias, dice McCabe.
La investigación reportada en este boletín fue apoyada por NIDA de los Institutos Nacionales de Salud bajo los números de concesión R01DA043691 y R01DA031160.
Escrito por Morgan Sherburne de Michigan News, adaptado al español por Juan Ochoa de Michigan News.
Los resultados de la investigación se publican en el