Más madres que usan medicamentos como OxyContin y Vicodin dan a luz bebés que sufren la privación de la droga, según un estudio que publica JAMA
ANN ARBOR, Michigan.— Casi a cada hora nace en Estados Unidos un bebé adicto a compuestos opiáceos, según una nueva investigación de los médicos de la Universidad de Michigan.
En una investigación que se publica en la edición del 30 de abril de la revista Journal of the American Medical Association, los médicos de la UM encontraron que el diagnóstico de síndrome neonatal de abstinencia (SNA), esto es el síndrome de privación de una droga entre los recién nacidos, aumentó casi tres veces entre el año 2000 y el 2009.
Hacia el año 2009 el número calculado de bebés nacidos con el síndrome fue de 13.539, aproximadamente un nacimiento cada hora, según los investigadores de la UM que creen que su estudio es el primero que evalúa las tendencias nacionales de síndrome neonatal de abstinencia y de las madres que usan medicamentos opiáceos.
“Recientemente, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) divulgaron un informe que encontró que en la última década las ventas de analgésicos opiáceos como OxyContin y Vicodin, se han cuadruplicado”, dijo Stephen W. Patrick, el autor principal del estudio y fellow en la División de Medicina Neonatal y Perinatal de la Universidad de Michigan. “Aunque nuestro estudio no pudo distinguir exactamente el opiáceo usado durante el embarazo, sí sabemos que el uso general de esta clase de medicamentos creció cinco veces en la última década y esto parece corresponder con las tasas mucho más altas de síntomas de privación en sus infantes”.
Patrick, titular de la Cátedra Clínica Robert Wood Jonson en la Universidad de Michigan, dice que probablemente se puede responsabilizar a múltiples factores por el incremento espectacular del uso de analgésicos opiáceos, desde su abuso potencial para el dolor crónico hasta las ventas ilegales de estos compuestos en la calle. En general el estudio de la UM mostró que el uso de madres que usan medicamentos opiáceos durante el embarazo aumentó cinco veces en la última década.
“El uso de opiáceos en nuestro país se está convirtiendo en una epidemia”, dijo Patrick. “Demasiado a menudo nuestro sistema de asistencia de la salud reacciona a los problemas, pero en cambio deberíamos encarar el uso de opiáceos como un asunto de salud pública. Para esto debemos limitar el uso de analgésicos opiáceos mediante la educación de los proveedores de servicios de cuidado de la salud y sistemas a nivel de los Estados que vigilen los abusos, como los que cometen las personas que van a diferentes médicos para obtener las recetas de los opiáceos”.
El síndrome neonatal de abstinencia causa una amplia variedad de síntomas incluida la irritabilidad intensificada, hipertonia (o tono muscular exacerbado), temblores, intolerancia a la alimentación, espasmos y las dificultades respiratorias. Además los bebés con el síndrome son más propensos a nacer con un peso bajo anormal.
“A menudo uno puede estar en el pasillo y ya sabe cuáles son los bebés que experimentan la privación. Son irritables. Sus llantos son diferentes y se les nota que están incómodos”, dijo Patrick.
La mayoría de las madres de los bebés nacidos con este síndrome tenía cobertura de Medicaid para sus gastos del cuidado de la salud. La factura hospitalaria promedio por el cuidado de los bebés con este síndrome subió de 39.400 dólares en 2000 a 53.400 en 2009, un incremento del 35 por ciento. Hacia 2009, el 77,6 por ciento de los costos por el cuidado de los bebés con ese síndrome se cobraron a Medicaid.
En Florida, donde las muertes por abuso de analgésicos opiáceos son cuatro veces más comunes que el número de muertes por drogas ilícitas, el número de recién nacidos que tienen el diagnóstico de SNA ha aumentado cinco veces en los últimos seis años. La Cámara de Representantes y el Senado del Estado de Florida aprobaron recientemente leyes para la formación de una comisión que evalúe el asunto.
“Dado que los recién nacidos con el síndrome neonatal de abstinencia experimentan hospitalizaciones iniciales más prolongadas, a menudo médicamente complejas y costosas, este estudio enfatiza la necesidad de aumentar las medidas de salud pública que reduzcan el número de bebés expuestos a los compuestos opiáceos”, dijo Matthew M. Davis, profesor asociado en la Unidad de Evaluación e Investigación de la Salud Infantil en la Escuela de Medicina de la UM, y profesor asociado de Política Pública en la Escuela Peral R. Ford de Política Pública. Davis es autor señor del artículo y co director del Programa de la Cátedra Clínica Robert Wood Jonson.
“Esperamos que las autoridades estatales demanden más investigación de los datos que hemos proporcionado porque una mayoría de los gastos hospitalarios por esta condición se trasladan a los programas de Medicaid de los Estados”, añadió.
El estudio se divulga al tiempo de su presentación en la Reunión Anual de las Sociedades Pediátricas Académicas.
Referencia de publicación: doi:10.1001/JAMA.2012.3951. Disponible antes del vencimiento del embargo, para los medios, en
www.jamamedia.org
Financiación: Este trabajo tuvo el apoyo de donaciones del Programa de Catedráticos Clínicos Robert Wood Jonson
Autores adicionales: De la Universidad de Michigan: Robert E. Schumacher, professor de medicina neonatal y perinatal; Brian Benneyworth, fellow en medicina de cuidado perinatal crítica; Jennifer M. McAllister, disertante clínica en pediatría. Del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Pittsburgh, Elizabeth Krans.
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