ANN ARBOR: El 43 por ciento de las personas infectadas con COVID-19 experimentó condiciones de afección posterior de COVID-19, según un nuevo análisis de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan que analizó datos de 50 estudios y 1,6 millones de personas.

“Me sorprendió mucho ver los resultados de este metanálisis y, en particular que la fatiga y los problemas de memoria fueran las dos condiciones post-COVID más comúnmente reportadas”, dijo Bhramar Mukherjee, profesora y directora del departamento de bioestadística en la Facultad de Salud Pública de la UM y autor principal del estudio, publicado esta semana en el Journal of Infectious Disease.

La Organización Mundial de la Salud definió los casos clínicos de afección posterior de COVID en octubre de 2021 como síntomas a mediano y largo plazo que ocurren en individuos después de la infección por COVID-19, también conocida como COVID prolongado.

Mukherjee y su equipo estudiaron la prevalencia de esta afección a nivel mundial y regional, estimando la proporción de personas que enfrentan una COVID prolongado en Asia, Europa y América del Norte.

El estudio encontró que:

• La prevalencia global de COVID-19 prolongado de 30, 60, 90 y 120 días después de la infección fue del 37, 25, 32 y 49 por ciento. 
• A nivel regional, Asia tuvo la prevalencia más alta de la condición posterior a la COVID-19 con un 51%, seguida de Europa con un 44 % y América del Norte con un 31%.
• La fatiga (23%) y los problemas de memoria (14%) fueron los síntomas más mencionados entre las personas con una afección posterior al COVID-19.
• Algunos síntomas persistentes posteriores al COVID-19 permanecen en aproximadamente el 34% de los pacientes con COVID no hospitalizados, mientras que en los pacientes hospitalizados con COVID, esta tasa aumenta hasta el 54%.

Los investigadores sugieren que el panorama cambiante de COVID-19 debido a las nuevas variantes puede tener implicaciones para la prevalencia de COVID prolongado y la carga de síntomas en el futuro, destacando los síntomas más leves de la variante Omicron en poblaciones vacunadas y previamente infectadas. También señalan que los diferentes protocolos en el diagnóstico prolongado de COVID en todo el mundo dificultan la síntesis de estudios.

Chen Chen y Spencer Haupert, autores principales del estudio y estudiantes de maestría en bioestadística señalan que comprender los factores de riesgo para una COVID prolongada preparará mejor a los proveedores y sistemas de atención médica para desarrollar planes de gestión posteriores a la COVID.

“La COVID prolongada es bastante común en general y en todas las regiones geográficas, el sexo y la gravedad aguda de la COVID-19. Sabiendo esto, los proveedores deben adoptar enfoques proactivos para que sus pacientes reciban un buen apoyo cuando experimenten los efectos a largo plazo de la COVID-19 en la salud”, dijeron.

Además de Mukherjee, Chen y Haupert, Lauren Zimmermann, Xu Shi y Lars Fritsche, todos de la Escuela de Salud Pública de la UM, participaron en el estudio.

Estudio: Prevalencia global de la condición post COVID-19 o COVID prolongado: un metanálisis y una revisión sistemática

Escrito por Destiny Cook