El mundo en desarrollo encara una crisis de enfermedades cardiovasculares a medida que las “comidas rápidas” se propagan por todas partes y la población se traslada a centros urbanos y adopta estilos de vida modernos con menos actividad física. Se calcula que, en todo el mundo, el número de personas con diabetes pasará de 285 millones actualmente a unos 439 millones en 2030. Los pacientes que usaron más activamente el programa fueron los que tenían más alta presión sanguínea al comienzo del estudio, y fueron también los que tenían la diabetes más grave y vivían más lejos de la clínica, dijo Piette, quien es también director asociado para comunicaciones globales de salud en el Centro para Salud Global de la UM. En promedio los pacientes en el estudio tenían apenas cinco años de educación formal e ingresos anuales de 2.500 dólares. Los pacientes también tuvieron la opción de enrolarse en el programa con un cuidador informal de la salud o “CarePatner”, que también recibió llamadas en su teléfono celular con información acerca de cómo iba evolucionando el paciente, y don sugerencias sobre la forma en que podría apoyar el cuidado que el paciente tomaba de sí mismo. La investigación amplía el trabajo previo de PIette y el coautor Milton Mendoza, presidente del Centro Médico Internacional Yojoa, en Santa Cruz de Yojoa, Honduras. Los investigadores encontraron que, a pesar de la pobreza y los altos niveles de desempleo, el 78 por ciento de los 624 enfermos crónicos de cuidado primario estudiados tenía acceso a los teléfonos celulares. Más del 80 por ciento de los pacientes expresó interés en recibir llamadas automatizadas que les recordaran las citas médicas, aseguraban que tomaran sus medicamentos, proveyeran información educativa y les ayudarán a tomar cuidado de su propia salud. Estas conclusiones son coherentes con la nueva investigación: el 92 por ciento de los pacientes que completaron las encuestas de seguimiento indicó que usaría el servicio nuevamente. “Creemos que el trabajo de Piette y sus colegas representa un hito importante y sostenible en estrategias de salud global innovadoras para la prevención, el diagnóstico y el manejo de las enfermedades no contagiosas”, dijo la directora de Salud Global de la UM, Sofia D. Merajver. “Este trabajo verdaderamente abre posibilidades para el mejoramiento de la salud de millones de personas en un período relativamente breve”. Piette añadió que su investigación futura examinará el éxito del programa comparado con un grupo de control y extenderá el plazo del estudio en un período más largo. Contacto (español): Vivianne Schnitzer
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