Luisa Sánchez una estudiante de ciencias políticas y estudios latinos/as en la Universidad de Michigan.
ANN ARBOR — Como muchos Argentinos, Paulina Alberto sabía muy poco sobre la población negra de su país natal que, sin embargo, contaba con sus propias comunidades, periódicos, sociedades de socorro mutuo y artes.
Fue allí donde terminó la escuela primaria y parte de la secundaria. Años más tarde se daría cuenta de que aunque el país ya había regresado a la democracia, aún quedaban huellas de un nacionalismo autoritario y homogeneizante que afectaba cómo la historia se enseñaba en el país.
Durante su carrera universitaria de pregrado, Alberto estudió la intersección entre historia y literatura, con un enfoque en la historia cultural de los imperios británico y francés. Fue en ese contexto que decidió profundizar sus estudios sobre la diáspora africana en Latinoamérica y el Caribe.
Más tarde, durante sus estudios de posgrado, comenzaría a estudiar las implicaciones y la dinámica cultural de la diáspora negra en Latinoamérica, especialmente Brasil y Argentina, temas que sigue investigando como profesora en los departamentos de historia y lenguas románicas de la Universidad de Michigan.
Uniendo estos temas de racialización, cultura, y poder, Alberto estudia la historia más allá “de hombres, generales y guerras”, como se la enseñaron en la escuela primaria, y particularmente, en la última década, ha comenzado a abordar a las ideologías raciales como narrativas: “relatos raciales” sobre las identidades nacionales.
“Entonces pensar las ideologías raciales como narrativas nos permite usar fuentes muy diferentes: obras de arte, literatura, manuales de historia, porque todas estas fuentes tienen una trama, una historia que están queriendo contar. En mis clases sobre raza, historia, y narrativas, tengo la oportunidad de realmente adentrarme en ese tipo de método. Es una forma muy efectiva de enseñar el alcance que tienen estas ideologías en nuestras sociedades”, dijo Alberto.
En Historia 101, “Qué es la historia?”, por ejemplo, Alberto no se enfoca directamente en un país, región o periodo de tiempo en particular, sino que se centra en la importancia de estudiar la historia como disciplina y como método de reflexión crítica sobre la sociedad actual. Una de las ideas centrales de la clase es poner adelante los temas de la raza, racialización, etnias, cultura y poder.
Traduciendo historias
Alberto imparte el curso llamado “Relatos e Historias de la Raza en Argentina y Brasil” en español y portugués e incorpora el inglés para discutir textos teóricos o historiográficos en mayor profundidad.
“Para mí, es muy importante que haya comunicación entre diferentes partes de América Latina sobre la historia afroamericana”, explicó Alberto, añadiendo que siendo Brasil el país con la mayor población de personas afrodescendientes fuera de África en todo el mundo, seguido por los Estados Unidos, es importante incorporar estos idiomas.
Inspirada por la importancia de poder comunicar las diferentes historias entre distintas poblaciones afro dentro de las Américas, surge su deseo de traducir y traer experiencias desde América Latina a los Estados Unidos y hacer que circule la producción académica y los escritos de los intelectuales afro-latinoamericanos que son poco conocidos fuera de sus países.
En su nuevo libro Voices of the Race: Black Newspapers of Latin America (1870-1960), Alberto espera facilitar conversaciones interamericanas, enfocándose en las palabras e historias de afrolatinos en Cuba, Uruguay, Argentina y Brasil. Co-editado por Jesse Hoffnung-Garskof y George Reid Andrews, el libro será publicado a finales de 2022.
“Los debates y las discusiones que están saliendo a la luz hoy en día en Estados Unidos sobre la necesidad de repensar qué significa la latinidad y la categoría Latinx, de forma de que incluyan centralmente lo afro y la gente afro, se articulan directamente con las luchas por la revisibilización de los afrodescendientes en América Latina”, añadió.
Afro Latinos y amnesia histórica
La “narrativa racial” dominante en Argentina es que los afroargentinos que había durante la colonia y el siglo XIX fueron muriendo en las guerras o epidemias (que arrasaron en los barrios pobres de Buenos Aires), y, finalmente, fueron absorbidos por la gran ola de migrantes europeos. En el siglo XX, según este relato, ya no había afrodescendientes en Argentina.
Centrándose en un nutrido corpus de relatos sobre un afroargentino famoso del siglo XX, Alberto explora esta narrativa racial en su nuevo libro “Black Legend: The Many Lives of Raúl Grigera and the Power of Racial Storytelling in Argentina“.
Exponiendo cómo los afrolatinos en Argentina fueron borrados de las narrativas nacionales, o visibilizados apenas de forma estereotipada en relatos raciales difamatorios similares a los cientos de relatos que surgieron sobre Grigera, Alberto desenmascara estos mecanismos narrativos que borraron la presencia afro.
Al contar una nueva historia que centra la gente afrodescendiente y la cuestión racial en un país supuestamente “sin razas” o incluso “blanco”, el trabajo de Alberto no solo es útil en Argentina, sino también en el resto de las Américas.
Por medio de sus investigaciones, Alberto dice, espera “traer a los lectores nuevas formas de pensar la historia afroamericana o historia de la diáspora desde el sur”.
Escrito por Luisa Sánchez, una estudiante de ciencias políticas y estudios latinos/as en la Universidad de Michigan.
“En ningún momento, desde la escuela primaria hasta el secundario, nos enseñaron sobre la historia de los y las afrodescendientes en nuestro país”, dijo Alberto, quien no se enteró sino hasta que llegó a la universidad que la historia de Argentina tenía más matices de lo que ella pensaba.
Alberto ahora enfoca su investigación en la historia de los africanos y afrodescendientes en Brasil y Argentina, trabajo que le ha servido para apoyar las luchas por la visibilidad de comunidades que han sido ocultadas por las historias oficiales.
“En la mayoría de los países latinoamericanos, la historia en todas sus manifestaciones–desde los manuales escolares hasta las representaciones históricas en el arte, el teatro, la literatura, o los monumentos–ha sido un instrumento clave en la invisibilización de las poblaciones afrodescendientes. Hoy en día, la historia escrita de otra forma puede ayudar a develar esos mismos procesos, y a su vez difundir nuevos relatos sobre la presencia y el protagonismo de los afrodescendientes en nuestras sociedades”.
Revelando la historia oculta en Latinoamérica
La hija de una diplomática argentina, Alberto vivió en Nueva York cuando pequeña y regresó a Argentina después que cayó la dictadura a los 9 años.