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El COVID-19 interrumpió o retrasó el tratamiento médico de muchas personas que optaron por posponer los procedimientos electivos o no pudieron acudir a un especialista.
Sin embargo, un nuevo estudio de la Universidad de Michigan reveló que otra población se vio afectada: Muchos adultos mayores confinados en casa cancelaron los servicios de atención médica domiciliaria necesaria por miedo a contraer COVID-19. Esto provocó la aparición de nuevas enfermedades o el empeoramiento de las existentes. Los proveedores de atención médica domiciliaria afirmaron sentir que carecían de información y formación suficiente para asesorar a los pacientes durante la evaluación de continuar o no con la atención médica.
“Un representante de una agencia de atención médica domiciliaria dijo que la carga de pacientes se redujo en un 38 por ciento debido a la cancelación de servicios por parte de los pacientes”, dijo la primera autora del estudio, Jennifer Inloes, Doctora en Práctica de Enfermería en la Escuela de Enfermería de la U-M. “Esto realmente recalcó el nivel de miedo entre los pacientes que recibían servicios de atención médica domiciliaria en la primera parte de la pandemia”.
Journal of Gerontological Nursing. Sue Anne Bell, profesora asistente de la Escuela de Enfermería, es la investigadora principal.
Escrito por Laura Bailey, Michigan News, adaptado al español por Juan Ochoa, Michigan News
Tanto familiares como pacientes cancelaron servicios y el gran número de cancelaciones sorprendió a Inloes.
“Entendí por qué los pacientes probablemente cancelarían visitas en persona o las cirugías electivas porque hay muchos puntos potenciales de infección asociada con la atención en el consultorio o en el hospital”, dijo. “No estaba preparada para escuchar sobre tantos pacientes que rechazan los servicios de atención médica domiciliaria, ya que la atención médica domiciliaria es una interacción mucho más controlada con menos potenciales de infección”.
El manejo de enfermedades continúa cambiando hacia un modelo de atención médica domiciliaria, pero no hay mucha literatura sobre cómo las emergencias de salud pública afectan la continuidad de la atención médica domiciliaria. Para obtener más información, los investigadores entrevistaron a 27 agencias de atención médica certificados por Medicare en ocho condados de EE. UU. para comprender mejor la toma de decisiones de los adultos mayores sobre el servicio de atención domiciliaria durante COVID-19.
Los hallazgos destacan el gran papel que juega la emoción en la toma de decisiones médicas y cuestionan la suposición de que, si se les proporciona suficiente información educativa precisa, los pacientes toman decisiones racionales en su propio interés. Inloes señaló que su investigación recalcó la importancia de tomar en cuenta los beneficios de la atención médica domiciliaria con las posibles consecuencias negativas de su cancelación.
“Por ejemplo, los proveedores de atención médica domiciliaria están capacitados en las precauciones de control de infecciones, por lo que el riesgo de infectarse con COVID-19 por la entrada de un profesional en el domicilio es bastante pequeño”, afirma. “Sin embargo, un paciente que experimenta una complicación prevenible relacionada con el rechazo que ahora requiere tratamiento de urgencia, se expone a contraer COVID-19 debido al mayor número de proveedores, pacientes y familiares en el servicio de urgencias en comparación con el entorno del hogar”.
Se desconoce si más adultos mayores evitaron la infección al aislarse comparados con aquellos que tuvieron consecuencias negativas al rechazar atención médica y la respuesta no fue tan clara como blanco y negro, dijo Inloes. Además de las condiciones nuevas o que empeoraron, investigaciones anteriores han encontrado que el aislamiento inducido por la pandemia también afectó negativamente a los adultos mayores, lo cual es una consideración importante.
“Para algunos pacientes, aunque no para todos, el proveedor de atención médica domiciliaria puede ser la única visita regular, por lo que debemos tener en cuenta este aspecto a la hora de determinar los riesgos y beneficios al cancelar la atención médica”, señaló.
La pregunta no es si está bien o mal.
“Los cuidados paliativos, es una especialidad en la que desearía que más proveedores de atención médica recibieran capacitación en desaconsejar las decisiones de los pacientes en términos de lo correcto o incorrecto”, dijo. “Como proveedores de atención médica, nuestro trabajo es ayudar a nuestros pacientes a vivir lo mejor posible de acuerdo con sus valores individuales, sistemas de creencias y objetivos. Sé que he ayudado a una persona a tomar la decisión ‘correcta’ si puede articular claramente la decisión que han tomado, ya sea continuar o cancelar la atención médica, se alinea con esas tres cosas”.
El estudio fue publicado en el