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Un grupo de líderes locales e investigadores de salud pública están compartiendo su proceso para responder al racismo como una crisis de salud pública, con el objetivo de apoyar a otros municipios y organizaciones para abordar los vínculos entre el racismo y la salud.
El proyecto Beyond Rhetoric, que lanzó un nuevo sitio web con recursos contra el racismo, comenzó el 2020 en respuesta a una resolución aprobada por los comisionados del condado de Genesse que formalmente reconoce el racismo como una crisis de salud pública. El condado alberga a más de 400.000 personas e incluye la ciudad de Flint. Se encuentra entre los cientos de municipios de todo el país que han reconocido cómo el racismo contribuye a los resultados distintos entre las personas de color en comparación con las personas blancas.
Para dirigir los esfuerzos en Flint, Lisa Lapeyrouse, profesora asociada en el Departamento de Salud Pública y Ciencias de la Salud de la Universidad de Michigan-Flint, unió fuerzas con Kent Key, subdirector ejecutivo de Community-Based Organization Partners en Flint y profesor asistente en la División de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Michigan.
Con el apoyo de Poverty Solutions de la U-M, Lapeyrouse y Key convocaron a un equipo de investigación para trabajar con miembros de la comunidad para identificar prácticas y políticas basadas en evidencia que promuevan la salud y el bienestar de las personas de color.
“Como sugiere el nombre del proyecto, queríamos asegurarnos de que este trabajo contra el racismo fuera ‘más allá de la retórica’ y contribuyera a mejorías significativas en los resultados de salud para los residentes de color del condado de Genesee”, dijo Key, un residente de Flint que redactó la resolución aprobada por el condado de Genesee.
“El racismo influye en todas las facetas de la vida, desde dónde vivimos hasta dónde enviamos a nuestros hijos a la escuela, dónde compramos alimentos, los peligros medioambientales a los que estamos expuestos y nuestra capacidad para acceder a una atención médica de calidad. Todos estos factores afectan la salud”.
Beyond Rhetoric formó un consejo de acción comunitaria con 13 personas para tomar decisiones y desarrollar un plan para abordar el racismo como una crisis de salud pública. El equipo de investigación utilizó una herramienta de índice de diversidad para reclutar líderes comunitarios, que también aparece en el sitio web del proyecto.
Basándose en temas de diálogos comunitarios anteriores sobre raza y racismo, el consejo de acción comunitaria redactó un plan estratégico que identificó las políticas y prácticas racistas que afectan la salud y el bienestar de las personas de color y propuso formas de cambiar esas prácticas. A través de grupos de reflexión, los residentes ofrecieron comentarios sobre el plan estratégico y recomendaron adiciones.
Las áreas prioritarias que surgieron abarcan educación, empleo, finanzas, atención médica, alojamiento, orden público y política. Algunas de las recomendaciones en esas áreas prioritarias incluyen contratar a más profesionales de la salud de color, reformar las políticas de disciplina escolar y hacer que los servicios comunitarios sean accesibles para las personas con discapacidades y personas con inglés limitado.
“Realmente queríamos que esto fuera un compromiso a la comunidad para que hubiera impulso y aceptación para hacer el trabajo”, dijo Lapeyrouse. “En general, la gente realmente lo apoyó y pensó que el plan era muy completo”.
Ahora, el equipo de investigación de Beyond Rhetoric está reclutando personas para grupos de acción comunitaria que implementarán las recomendaciones. El equipo está en comunicación con organizaciones que ya están involucradas en el tema contra el racismo en áreas prioritarias identificadas en el plan estratégico.
El equipo de investigación estará compartiendo los últimos resultados en su sitio web, donde han creado una base de datos con búsqueda de recursos contra el racismo que van desde artículos de expertos, vídeos, podcasts y artículos de revistas. Lapeyrouse dijo que los materiales son adecuados para una variedad de personas, incluyendo adolescentes y jóvenes, padres, académicos, educadores y activistas comunitarios.
Escrito por Lauren Slagter, U-M Poverty Solutions y Jared Wadley, Michigan News, adaptado al español por Juan Ochoa, Michigan News
