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Juan Ochoa
El Título 42 se implementó durante la pandemia de COVID-19 bajo la administración de Trump con el objetivo de restringir la entrada de migrantes a los Estados Unidos, citando preocupaciones sobre la posible propagación de enfermedades y el agotamiento de recursos.
Sin embargo, la eficacia de esta medida para prevenir enfermedades sigue siendo cuestionable. Mientras que algunos argumentan que mantener el Título 42 es crucial para salvaguardar la salud pública, otros sostienen que infringe los derechos humanos y nunca debería haberse implementado.
Ann Chih Lin, profesora asociada de política pública en la Universidad de Michigan, pone un gran énfasis en la aplicación eficaz de las políticas en el contexto de la diversidad racial y étnica. Sus esfuerzos recientes indagan en la exploración de las disparidades nacionales, raciales y étnicas en las creencias, el comportamiento y el impacto de la pandemia COVID-19.
¿Cuál es el impacto del Título 42 en la prevención de enfermedades y su propagación en Estados Unidos, especialmente en relación con los inmigrantes?
Hay muy pocas pruebas de que el Título 42 haya evitado la propagación de enfermedades en Estados Unidos o de que la expiración del Título 42 vaya a propagar enfermedades. Las personas con mayor riesgo de contraer enfermedades son los propios inmigrantes.
¿Cuáles son algunas de las preocupaciones y riesgos asociados con los migrantes que no tienen una visa legal para entrar a EE. UU. y las condiciones a las que se enfrentan en la frontera entre EE. UU. y México?
Muchos migrantes que carecen de una visa legal para entrar a los Estados Unidos son personas marginadas en sus propios países. Otros se vuelven vulnerables debido a las condiciones en la frontera entre Estados Unidos y México, donde no hay alojamiento adecuado, médicos, seguridad y acceso a alimentos y agua. Estas condiciones pueden dar lugar a mayores tasas de enfermedades, incluidas las enfermedades transmisibles. La eliminación del Título 42 no contribuye a tratar estas enfermedades ni a reducir su incidencia. Existe la preocupación de que los migrantes que son liberados en Estados Unidos para esperar una audiencia de asilo puedan estar enfermos y contagien a otras personas a su alrededor. Sin embargo, por lo general, el mayor riesgo no es para la salud de las personas que se encuentran en Estados Unidos, sino para la salud de los propios inmigrantes.
¿Cuáles son algunas de las preocupaciones con la admisión y la prestación de atención sanitaria a los migrantes que se permite entrar a los EE. UU. y esperar a sus audiencias de asilo?
Lo mejor que puede ocurrir es que los migrantes a los que se les permita entrar a los Estados Unidos para esperar su audiencia de asilo también pasen un examen médico cuando sean admitidos y sean referidos a un médico si están enfermos. Pero los recursos disponibles en la frontera son escasos y es probable que la atención médica disponible sea inadecuada.
¿Qué opina sobre el fin del Título 42?
El fin del Título 42 elimina una herramienta que la administración del presidente ha utilizado para evaluar y expulsar rápidamente a los migrantes que han entrado a Estados Unidos sin una visa legal. Ahora que el Título 42 ha concluido, los migrantes ahora pueden presentar una solicitud legal de asilo a pesar de no tener una visa legal. Esto está de acuerdo con el derecho internacional y, por lo tanto, es una protección para las personas marginadas que son perseguidas en sus países de origen.