Las intervenciones simples ayudan a mantener controlados los síntomas de la depresión crónica, según un estudio de la UM ANN ARBOR, Michigan.—En los quince minutos que, típicamente, la médico de cuidado primario tiene para atender a cada paciente se espera que diagnostique la enfermedad del momento, ayude en el manejo de las condiciones de salud de más larga data y provea asistencia preventiva. En este contexto la atención a las necesidades de salud mental de los pacientes, más allá de los problemas más obvios e inmediatos, es un desafío constante. Un nuevo estudio hecho por investigadores en el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan, sin embargo, apunta a una estrategia prometedora para mejorar y sostener los resultados de salud mental en los pacientes que padecen depresión crónica, proporcionando pequeñas cantidades de cuidado flexible y enfocado de seguimiento, sin recargar a los ya muy atareados consultorios médicos. El estudio, publicado en la edición de septiembre/octubre de la revista Annals of Family Medicine, muestra que los pacientes que recibieron intervenciones en las cuales se incluyeron métodos de auto-vigilancia y llamadas telefónicas de seguimiento por parte de un encargado del caso, tuvieron un año y medio después más probabilidades de tener síntomas en remisión, y de tener menos días de funcionamiento reducido que los que recibieron el tratamiento habitual en la asistencia médica primaria. “La clave está en mantener a los pacientes involucrados en el tratamiento”, dijo Michael Klinkman, profesor de medicina familiar en la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan y autor principal del estudio. “Esto no es terapia telefónica. Los pacientes tienen un contacto humano, alguien que puede ayudarles a involucrarse de manera más activa en su propio cuidado. Es difícil que se logre esto cuando se le administra al paciente la información en cuentagotas para ‘educarlo’ o se le dice que consulte con un sitio en Internet”. Con un enfoque más tradicional que depende de una consulta de seguimiento en la oficina médica pueden pasar meses antes de que un médico de cuidado primario sepa que la depresión de su paciente está empeorando. Y, en muchos casos, los pacientes simplemente no vuelven para la consulta. Para el estudio un encargado de casos trabajó en colaboración con los consultorios de los médicos, en lugar de hacerlo por su cuenta o independientemente, dijo Klinkman. Esto ayuda a que el consultorio de medicina familiar actúe como base de operaciones para todas las necesidades médicas del paciente. El enfoque también puede servir como un modelo para el tratamiento de otras condiciones crónicas, dijo Klinkman. Muchos pacientes, añadió, padecen depresión junto con otros problemas de salud mental y médicos, añadió. “Hay personas con problemas crónicos que han padecido múltiples episodios depresivos en el pasado”, dijo Klinkman. “Nadie quiere estudiarlos porque es difícil lograr que mejoren. Pero nosotros no fuimos selectivos, aceptamos a todos, y la tasa de remisión que vimos fue de casi el doble de lo que se hubiera logrado con la atención habitual. Hay otra cosa que vale la pena señalar: los resultados fueron duraderos en el tiempo”. Si bien algunos pacientes se desvincularon un poco cuando sus síntomas empezaron a mejorar, muchos volvieron a establecer el contacto con su encargado de caso cuando las cosas comenzaron a deteriorarse nuevamente. “Ayudamos a que retornaran para recibir asistencia a personas que, de otra manera, quizá no hubiesen retornado al tratamiento”, indicó Klinkman. Mientras tanto el Centro de Depresión de la UM ha lanzado recientemente una herramienta, en Internet, para los pacientes y sus familias que también tiene el propósito de ser un recurso para los médicos de cuidado primario. El sitio depressiontoolkit.org, tiene una abundancia de recursos y herramientas que pueden descargarse de internet y que pueden ayudar a que los individuos evalúen si sufren depresión, junto con sugerencias acerca de cómo hablar con otras personas sobre la depresión. Varias de estas herramientas elaboradas para el estudio se integraron en Herramientas del Centro de Depresión. Método del estudio: Se introdujeron las intervenciones por depresión en cinco consultorios de atención médica familiar en el Sistema de Salud de la UM. Los profesionales clínicos quedaron en libertad de referir a algunos, todos o ninguno de sus pacientes deprimidos. En el análisis se compararon 728 participantes con 78 pacientes en el grupo de control que recibieron la asistencia habitual. Al final de los 18 meses el 49,2 por ciento de los 120 participantes que habían completado la evaluación a los 18 meses estaban en remisión, comparado con el 27,3 por ciento de las 66 personas en el grupo de control con asistencia médica habitual. Contacto (español): Vivianne Schnitzer
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